TRABAJO
SUCIO
***Crìtica
de cine publicada en mi página de Facebook en septiembre de 2018.
Se estrenó el pasado jueves
30 de agosto la comedia TRABAJO SUCIO, tuvimos el placer invitados por
Caribbean Cinemas de asistir a la premier de dicho filme el lunes pasado.
Razones ajenas a nuestra voluntad me impidieron escribir nuestro acercamiento a
esta nueva propuesta del cine criollo. Hoy lo hacemos para quienes siguen
nuestra labor crítica.
Antes de iniciar nuestro
acercamiento leamos la sinopsis que el equipo de prensa de la película ha
publicado al respecto: “Un buen día, lo que inicia con la intención
de acabar con todas las injusticias a las cuales son sometidos los empleados
del hogar en casa de los Pérez, acaba convirtiéndose en una noche de
locura. Sucesos trepidantes e
implacables al ritmo de cómicos personajes que conforman el ecosistema de una
casa de clase alta atrapados dentro de un círculo vicioso dan vida a esta
historia que analiza la condición humana. ¿Hasta dónde seriamos capaces de
llegar con el poder en nuestras manos?·
Con personajes bien
definidos, diálogos inteligentes y curiosos, en fin una buena composición
dramática, atractiva puesta en escena y una banda sonora que no mortifica como
muchas de las comedias dominicanas, indudablemente esta película criolla será
del agrado de muchos espectadores.
Sin embargo no todo es color
de rosa como acabo de pintarlo. El guionista de la película el señor José Ramón
Alama comete un pecado capital. El preludio del relato tiene una “increíble
coincidencia” con el preludio del relato del extraordinario filme del Maestro
norteamericano Billy Wilder, SUNSET BOULEVAR (1950), ganadora de tres premios
Oscar incluyendo al Mejor guión adaptado. Quiero dar a este español el
beneficio de la duda, asumir que no fue un plagio descarado pensando que todos
los que habitamos este país somos indios en términos de cultura
cinematográfica.
El punto donde la
composición dramática toca fondo es en la asignación del personaje de Napoleón
a un dominicano de la diáspora, indecente fuera y dentro de la diegesis, alguien
que encarna un personaje despreciable que promueve con su conducta los peores anti
valores familiares, el tal PIO LA DISTNGANCIA parece interpretarse así mismo.
Su aborrecible presencia en el filme hace imposible que la película sea para
toda la familia.
Aunque en pequeña dosis los
males del cine dominicano se hacen presentes: monólogo interior de los
personajes y la publicidad descarada.
Cuando examinamos la
construcción discursiva de Trabajo Sucio, encontramos que contrario a lo que
promueve la publicidad de que en cierta forma la película defiende las personas
que laboran en las mansiones de las personas de estatus social y económico
elevado, lo que hace el texto fílmico es todo lo contrario. El discurso
transmite un mensaje venenoso, asquearte. Las gentes que durante mucho tiempo
soportaron explotación y discriminación por parte de los “señores” cuando por
circunstancias de la vida su posición económica cambia radicalmente, entonces
reproducen con saña todo el sistema que los oprimió y los hizo sentir
miserables.
Cuidándose los espectadores
del aparente plagio de la secuencia inicial –el muerto en la piscina- y del
mensaje maligno, despreciable y reprochable del epílogo de la diègesis, en que los antiguos trabajadores asumen una
actitud de injusticia peor que sus antiguos amos, quien vaya al cine pasará un
rato agradable con una comedia que como texto fílmico pudo ser mejor si no
comete esos errores capitales.
Director:
David Pagan
Guionista: José Ramón Alama
Reparto: Cheddy García,
Nashla Bogaert, Frank Perozo, Kenny Gullón, Jonathan Abreu, “Pio La Distingancia”,
El Mayor Clásico, Carol Acosta, mejor conocida como “Killadamente”, Ana María
Arias, Yaser Michelen, Ovandy Camilo, Vicente Santos, Alfonso Rodríguez,
Ernesto Fadul.
Diciembre 2018
CXXXIII
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