sábado, 28 de diciembre de 2013

CINEMA ZOOM LII (CRISTO REY)

CRISTO REY: INOPORTUNA, PONZOÑOSA  Y  POR MOMENTOS INFAMANTE





MA GARCIA ROMERO
@magarciaromero

Empieza el estertor  del año 2013, un año donde el cine dominicano ha exhibido muchas películas mediocres pero también hemos tenido alguna que otra grata sorpresa. Precisamente cuando el año agoniza aparece en las salas de cine el segundo largometraje de la cineasta dominicana Leticia Tonos. Demos una hojeada a la sinopsis de esta cinta, para entonces confesar con qué nos encontramos al chequear esta nueva propuesta.

“Rudy es un joven apuesto, hijo de un mecánico, que fue expulsado de la universidad por haber causado disturbios, del otro lado se encuentra Loussandy de ascendencia haitiana pero nacido en Santo Domingo, y que todos llaman "Ayti". Los dos jóvenes son totalmente opuestos, pero viven de forma independiente el uno del otro en el mismo barrio: Cristo Rey, donde co-existen, se encuentran, chocan para enfrentar a los dominicanos y la diáspora haitiana. Ayti y Rudy y también para su desgracia, tienen el mismo padre; los medio-hermanos serán en ocasiones víctimas de los celos y el resentimiento; lo que se complicará, especialmente cuando se trata de hacer dinero. Ayti es contratado para vigilar y proteger a Jocelyn, la bella hermana del jefe de una mafia local. La relación entre los hermanos se convierte en crítica cuando Rudy y Jocelyn se encuentran y su protector Ayti comienza a mostrar envida por su hermano e informará de la relación al jefe de la banda, quien decide ajustar cuentas con Rudy. Ayti ve esto como una oportunidad para finalmente tomar venganza contra su medio hermano para que desaparezca de  su vida.”

Cuando se revisa la sinopsis anteriormente expuesta, la primera impresión que ofrece es que nos encontramos frente a un melodrama con tintes de violencia barrial, pero cuando se ha visionado el filme surgen un montón de preguntas; ¿el guión fue escrito por una haitiana? ¿Cuál es el rol del cineasta dominicano en la actual coyuntura histórica respecto a nuestras relaciones con el país vecino?  ¿CRISTO REY, es una película por encargo de las ONG que promueven una campaña en contra del Estado Dominicano?

La directora de esta cinta Leticia Tonos, en su primer largometraje LA HIJA NATURAL dio señales inequívocas de su pasión por la simbiosis del trabajo cinematográfico entre República Dominicana y Haití  al incorporar actores haitianos en su película. Esta película confirma esas señales porque es precisamente una coproducción de República Dominicana, Francia y Haití y precisamente en la película el personaje central lo encarna el joven actor haitiano James Santil. Pienso que actores extranjeros tengan roles principales en el cine dominicano es parte de su necesario proceso de expansión, no es en este punto donde esta película escandaliza aquellos que se mantienen alerta contra la propaganda anti dominicana en los actuales momentos.

Agarremos el toro por los cuernos de inmediato: la organización discursiva y dramática con que fue concebido el guion de esta película tiene como objetivo  desacreditar los organismos del Estado Dominicano, presentándonos como un pueblo que maltrata y violenta los derechos fundamentales de los inmigrantes haitianos. La secuencia de la redada policial en la barriada de Cristo Rey es una muestra de lo que acabo de expresar. El altisonante lenguaje  discriminatorio y la presentación en plano medio de la bandera nacional en el uniforme de los policías a mi juicio, buscan impactar al espectador presentando a los dominicanos como verdugos de un pueblo supuestamente oprimido por nosotros. Bochornosa estrategia de contenido que no se detiene ahí, lo peor surge cuando el relato avanza.

La directora ya mostró en su opera prima talento para dirigir, esta película no es la excepción, aquí se luce presentando una serie de ambientes y personajes que pretenden redimir el inmigrante haitiano, explorando su música, hábitos de comportamiento y lenguaje, todo una perla proveniente de una mujer partidaria de la  convivencia social y cultural entre ambos pueblos, aunque la historia ha demostrado que la convivencia entre las dos países  es conflictiva y tiende a ser utópica.

Hay secuencias en que la dirección es floja, la Directora Tonos debió sacar mejor partido de la densidad dramática de la diégesis, tal es  el caso del tiroteo posterior al duelo con machetes y la confrontación debajo del puente donde muere el capo denominado “El Bacá”. Ambas escenas son un ejemplo de lo que opino al respecto.

En la composición dramática quiero destacar la labor de actuación de Jalsen Santana, como policía corrupto y abusador, la trilogía de actores que sustentan la historia: James Saintl,  Akari Endo y Jasser Michellen Cunillera actúan  de forma eficaz pero en momentos dramáticos álgidos algunos de sus personajes le falta vigor dramático.

Me llamó la atención que la directora de fotografía  Kika Ungaro, le guste experimentar con las funciones del plano cinematográfico: ángulo, metraje, campo y encuadre, ciertamente son emotivos algunas de sus encuadres, salen de lo común y pretenden cierta expresión estética.

La banda sonora está a cargo del destacado percusionista dominicano David  Armengold. Este señor prepara para la escena inicial del filme una especie de videoclip con los jóvenes de la barriada de Cristo Rey.  Utilizando objetos de la vida cotidiana tocan una melodía que luce novedosa e interesante pero no deja de ser “traída por los moños” a la diégesis  debido a que la película no es un musical,  parece artificioso que los jóvenes de Cristo Rey al empezar el día se reúnan para realizar semejante presentación artística antes de iniciar sus labores. Definitivamente  esta escena esta fuera de contexto en términos del género cinematográfico a que pertenece la película.

La música predominante en el filme es el Dembow a cargo del poeta callejero y la música haitiana. Ciertamente, la historia que se cuenta está protagonizada por jóvenes, pero que no aparezca dentro de la música que escucha un sector tan emblemático de la capital dominicana como Cristo Rey ni siquiera una bachata o un merengue es penoso, la música que identifica plenamente al pueblo dominicano ha sido soslayada en la película para dar paso a la música de moda y la música extranjera, específicamente la música de Haití

Llegamos a examinar la puesta en escena, término que el cine heredó del teatro para señalar la organización de todo aquello que aparece dentro del encuadre,  dicho de manera sencilla sin entrar en vericuetos teóricos porque nos desvía del punto central del tema. En este aspecto quiero hacerme  las siguientes preguntas: ¿es correcto que un narcotraficante, proxeneta, criminal confeso como el personaje de “El Bacá”, aparezca fotografiado en plano medio con la imagen del patricio Juan Pablo Duarte tatuada en su brazo derecho? ¿Es ético que la directora de la película haya permitido que la imagen de Duarte se viera asociada desde el punto de vista del lenguaje icónico a semejante delincuente? ¿Se debe permitir en beneficio del desarrollo del cine dominicano semejante infamia contra la memoria del Padre de la Nación Dominicana?

Es probable que ustedes al leer este articulo piensen que exagero en mis opiniones. Estimo lo contrario, he sido consecuente porque tratándose de una dama como directora de esta cinta, no he lanzado imprecaciones por su actitud dubitativa como cineasta dominicana que debería entender el momento crucial que vive nuestra nación, a la defensiva  contra una comunidad internacional que quiere presentarnos como los victimarios de Haití.

Finalmente, reitero lo anteriormente expuesto las texturas expresivas de esta película pretenden presentar al pueblo dominicano como el verdugo de los haitianos, y a estos como víctimas, utilizan el pretexto de un melodrama triangular entre dos hermanos y una dominicana para dimensionar frente al espectador la situación que viven los inmigrantes haitianos en nuestro país. Por esta razón no recomiendo este adefesio, perverso y execrable que deseo que se pierda en la memoria de la filmografía dominicana como lo que verdaderamente es; un “caballo de Troya” creado apoyándose en nuestra Ley de Cine para hacernos daño haciendo causa común con quienes quieren lastimar la identidad y soberanía del pueblo dominicano.

Género: Drama
Directora: Leticia Tonos
Guión: Leticia Tonos
Música: David David  Armengold
Fotografía: Kika Ungaro
Reparto: James Saintl, Alejandro Andújar, Yasser Michelén Cunillera, Akari Endo, Salvador Pérez Martínez, Jalsen  Santana.



HASTA LUEGO.-
Diciembre 2013
LII

lunes, 16 de diciembre de 2013

CINEMA ZOOM LI (SANKY PANKY 2, LA MONTAÑA, BIODEGRADABLE, EL GALLO, NOCHE DE CIRCO)

“SANKY PANKY 2, LA MONTAÑA, BIODEGRADABLE, EL GALLO Y NOCHE DE CIRCO”, SUMARIO DEL CINE DOMINICANO EXHIBIDO EN EL ÚLTIMO CUATRIMESTRE DEL 2013 Y TODAVÍA FALTA POR EXHIBIRSE.


MA  GARCÍA ROMERO
@magarciaromero

Tengo el deseo de plasmar mis opiniones sobre lo que ha pasado en el cine dominicano en el último cuatrimestre del año 2013 debido a que por razones de índole personal-razones positivas gracias a Dios- no pude sentarme anteriormente en mi habitual escritorio a hilvanar mis consideraciones sobre el cine dominicano, espero que aquellos que me honran leyendo mis escritos de cine sean tolerantes al respecto.

Debo decir que durante este tiempo, muchas de las personas que siguen mis críticas de cine para debatirlas conmigo e intentar enojarme (darme cuerda en buen dominicano), me han filtrado para provocar mi reacción la opinión de muchas gente que escribe de cine sobre estas películas. Por tanto es el momento de reiterar que no acostumbro a leer las opiniones de ninguna persona para tener mente libre de influencias a la hora de ejercer mi labor de análisis. Soy sumamente respetuoso de la opinión de gente brillante y preparada que tiene longevidad en el oficio de la crítica de cine, pero quiero dejar bien claro, repito quiero dejar bien claro que las opiniones de nadie aunque tenga ejerciendo este oficio media centuria me intimida y me hace cambiar mi criterio si no es capaz de demostrar con conceptos  bien claros lo que expone sobre determinado filme.

Tengo que decir pues, para entendimiento de los lectores, que cuando expreso que no nos dejamos intimidar por la opinión de gente importante en el ejercicio de este oficio a quienes admiramos y respetamos de forma cabal, lo decimos porque lo que hemos aprendido no se lo debemos a estar llevándole el maletín y los papeles a ningún critico de este país sino que nos fuimos desde el principio a las fuentes originales; la bibliografía tanto impresa como digital  de los textos fundamentales para conocer el lenguaje cinematográfico y aprender el oficio de crítico de cine.

Hecha esta aclaración que estimo necesaria a quienes acostumbran  a invocar la opinión de algunos críticos de larga data como una especie de “cuco” les recordaré un refrán muy popular: “el que tenga miedo que se compre un perro prieto”.

SANKY PANKY 2


Es incuestionable que la secuela de SANKY PANKY ha logrado atrapar al espectador dominicano con una dosis de nuevos enredos, nuevos personajes y el manejo eficiente de la fotografía  de Elías Acosta quien por segunda vez logra captar  el inefable colorido del Caribe nuestro produciendo un desplazamiento ágil de la cámara logrando unos planos  que logran conectar con el espectador.

La ida a destiempo de la encantadora actriz y cantante dominicana Nuryn Sanlley, dejó un vacio en la construcción del relato como comedia romántica y musical,  el director José Enrique Pintor intenta cubrir este vacío realizando al inicio de la diégesis  una especie de video clip de dos artistas dominicanos que no interpretan ningún personaje en la película. Este “invento de Enrique Pintor” por decirlo de alguna manera entra en contradicción con el modelo narratológico de la comedia musical como subgénero porque en esta los números musicales son interpretados por los personajes no por figuras ajenas a la diégesis como ocurre en la primera secuencia de Sanky Panky 2.

Para ponerse a tono con lo que está pasando en el cine criollo seis años después de la primera película, el director de esta cinta se deja seducir por la implantación en algunas escenas de lo que yo he dado en llamar planos descarados de publicidad, pongo como ejemplo el estacionamiento en la calle donde se desplazan dos personajes del vehículo forrado de publicidad de una reconocida empresa de lotería privada del país, también recuerdo  una escena donde Genaro, protagonista de la cinta,  enseña algunas palabras en castellano a los turistas mostrándoles diferentes objetos, entonces,  muestra para la ocasión una batería con el logo de la empresa que la produce, esto es sencillamente publicidad descarada.

No quisiera ver una tercera parte de esta película, la historia se agota y por tanto es momento de parar esta saga de enredos amorosos con playa y sol. Es un hecho cierto que la película enlaza con el público, que las peripecias de Genaro, Carlitos y Chelo han cautivado los espectadores, eso se ha logrado con un equilibrio entre  guion-dirección y fotografía a pesar de los desaciertos que hemos señalado. Negar que una película dominicana que se acerca a los dos meses de su exhibición continúe metiendo espectadores a las salas sería un acto mezquino. Este es un hecho alentador para el cine dominicano, por tanto, valoramos el fenómeno de asistencia que a generando Sanky Panky, aunque muchos de los componentes del relato cinematográfico pudieron alcanzar un mayor nivel.

Director: José Enrique Pintor
Fotografía: Elías Acosta
Reparto: Fausto Mata, Tony Pascual “Pachuly”, Aquiles Correa, Alina Vargas, Zdenka Kalina, Massimo Borguetti, Pericles Mejía, Alfonso Alemán “El Guitarreño”, Verónica López, Víctor José Pintor, Jacqueline Ventura, Mariel Alliata y María del Mar López

LA MONTAÑA


Acudamos primero a la sinopsis de esta película para posteriormente hacer algunos comentarios al respeto:

La Montaña, se basa en la expedición de los dominicanos Karin Mella, Iván Gómez y Federico Jovine al monte Everest en el año 2011 La película relata la historia de otros jóvenes de Nizao, que inspirados en la excursión al Everest de los tres primeros, deciden ascender al Pico Duarte, la montaña más elevada de la República Dominicana.”

Este documental sobre el ascenso por primera vez en la historia de dominicanos a la montaña más alta del planeta tierra, no solo tiene un valor cinematográfico en sí mismo en términos históricos y culturales sino que también su fuerte carga testimonial logra realmente emocionar al espectador. La toma panorámica impresionante de la geografía nepalesa, la profunda espiritualidad que rodea a los montañistas antes de iniciar el ascenso va fluyendo ante los espectadores y provocando genuinos sentimientos de orgullo y admiración por este notable e histórico acontecimiento. Con una fotografía sencillamente espectacular y una edición oportuna y eficaz, la montaña es una travesía indispensable por la experiencia de esos dominicanos que demostraron que nosotros también podemos alcanzar el Everest.

La montaña tiene un cuidado especial en la banda sonora,  un conjunto de canciones exquisitas a cargo del cantautor Pavel Núñez acompañan el relato en todo su desarrollo. Me parece que los textos que enuncia la voz en off de Pavel Núñez  sobre la superación del ser humano, su grandeza, su fortaleza para alcanzar metas y vencer obstáculos son demasiados almibarados, excesivamente melosos, estos pretenden   competir con la grandilocuencia de las imágenes que se bastan por sí misma para definir esa epopeya del montañismo  al más alto nivel. En ese aspecto el guion es flojo porque las palabras nunca deben competir con las imágenes, siempre se privilegia la imagen antes que la palabra en términos cinematográficos. Pero no cabe la menor duda,  La Montaña tiene un lugar especial en la filmografía dominicana por la calidad de la propuesta cinematográfica que encarna y el valor que tiene como testimonio de un acontecimiento que a todos nos llena de orgullo, bueno,  casi a todos siempre hay unos/as que no les importa acontecimientos de esa naturaleza.

Director: Tabaré Blanchard
Reparto: Karin Mella, Ivan Gómez, Federico Jovine, Luis Alfredo Féliz, Claudio Encarnación y Yefri Féliz.
Música y Narración: Pavel Núñez
Fotografía: Ivan Herrera


BIODEGRADABLE


Presento el contenido de la sinopsis  de la película elaborada por aquellos que publicitaron la cinta tratando de atraer a los espectadores, a partir de esta y de los resultados obtenidos realizaremos nuestros comentarios:

“Biodegradable se desarrolla en el año 2031, con un Santo Domingo totalmente cambiado. Diferentes crisis mundiales destruyen el inestable sistema político actual, dejando como alternativa una nueva forma de gobierno. La película es un retrato de la descomposición de los seres humanos vista en el espejo de un futuro no muy lejano. Una historia de amor puro entre Rosa y Daniel que logra sobrevivir a pesar de ser interrumpido por un hombre de poder, Gravelli. El filme presenta la involución humana de como los intereses económicos de un grupo de políticos han convertido al hombre y a la mujer en materia prima de la gran estafa del negocio energético.”

Este filme tiene entre sus virtudes, la aparición de un reparto de actores dominicanos profesionales, alejados del mundillo de la comedia televisiva y la farándula dominicana repleta de plásticas presentadoras. Es la primera aparición en pantalla grande de una autentica artista dominicana cuyo talento no está en discusión: CECILIA GARCIA, su aparición por primera vez en el cine es un hecho que no debemos soslayar, aunque mal dirigida por Juan Basanta quien no se encarga de modular la actuación de Cecilia García en términos cinematográficos al igual que otros personajes que sobreactúan en la película.

Hay consenso en que la diégesis se queda flotando, no logra enganchar al espectador quien a medida que avanza el tiempo se cansa de este mal concebido mundo futurista en Santo Domingo y que por momentos agobia con tantos planos recurrentes del metro de Santo Domingo. La fotografía del experimentado Claudio Chea no encanta ni desencanta, se limita a crear un mundo oscuro, donde las sombras en la mayoría de las escenas juegan un papel importante.

La ciencia ficción no se hace solamente con buenas intenciones y talento, se necesitan recursos para recrear un mundo del futuro y que este sea creíble. A partir de esta aseveración me hago las siguientes preguntas: ¿cómo es posible que en un mundo en que las puertas se abren por mandato de voz mediante una ventana en el televisor, la puerta lo que tenga sea un candado y pestillo del siglo XX? ¿Es posible que una supuesta Comisión Evaluadora de peso internacional y por tanto alto nivel viaje a realizar su inspección en vehículos del año 2012? Esas dos interrogantes ponen de manifiesto los graves errores de puesta en escena que tiene la película incluyendo el vestuario de muchos personajes.

Sigo preguntándome cosas: ¿Qué valor semiótico tiene el hecho de que el encargado de la represión en el régimen imperante se exhiba con un rosario católico en las manos de manera permanente?  No se arrojan indicios ni al espectador ni a los personajes sobre esta conducta, en consecuencia eso es pura sobreactuación, mala caracterización del  personaje.

Aunque es desafortunado para los productores y su realizador; JUAN BASANTA, Biodegradable resulta ser exactamente lo que dice el popular refrán; “mucha espuma y poco chocolate”.

Director: Juan Basanta
Guion: Juan Basanta y Marcel Fondeur
Fotografía: Claudio Chea

Reparto: César Évora, Dalisa Alegría, Liche Ariza, Francisco Cruz, Liz Gallardo, Ángel Haché, Hemky Madera, Pachy Méndez, Mario Núñez, Isabel Polanco, Rayniel Rufino, Héctor Then. Judith Rodríguez.


EL GALLO


Como es habitual, vamos a chequear la sinopsis preparada por los promotores de esta cinta dirigida por JUAN FERNANDEZ y posteriormente comentamos al respecto.

“Gallo, es un hombre que tiene que volver a donde nació, República Dominicana, devuelta por el sistema de los Estados Unidos después de cumplir la condena de un cuarto de siglo, por un crimen del cual fue incriminado por su mujer y alguien quien él creyó era su mejor amigo. Nuestro héroe es un personaje firme e imponente en la forma que afronta la vida y la sociedad corrupta la cual trata de catalogar al hombre, marginando su vivir bajo la excusa de la moralidad social. Nuestro “Gallo” es forzado a enfrentar su pasado y sus demonios presentes en un encuentro que, aunque se puede decir doloroso, es la llave de su espíritu y la guía clave del futuro.”

El Gallo,  es la opera prima del actor Juan Fernández, en términos argumentales tiene un mérito  que no debemos soslayar, ese mérito consiste en abordar un tema que debe ser una especie de filón para los guionistas dominicanos, ese tema es el de la llegada y reinserción social de centenares de deportados desde Estados Unidos. O sea que de entrada tenemos un argumento interesante que no había sido abordado por los cineastas dominicanos en términos de largometraje.

Hasta ese punto el asunto luce interesante, el problema es que la película es un desastre, empieza a construirse con un guion pésimo que caracteriza muy mal a los personajes y deja enormes huecos narratológicos que hacen insufrible ver esta cinta. La dirección es muy pobre y las actuaciones  de los personajes que acompañan al veterano Juan Fernández en esta cinta son deplorables, tuvo la intención de explorar el mundo de un deportado al llegar al país y lo que sale como texto fílmico es una serie de escenas desagradables sobre los transexuales y las putas nocturnas de la ciudad de Santo Domingo, cuando digo desagradable no lo hago porque presenta ese panorama social sino por la pésima construcción dramática en que aparecen estos personajes, asumiendo un lenguaje procaz gratuito  traído por los moños.

El Gallo, es penosa por su falta de cohesión en su construcción discursiva, un hombre del prestigio del director que en su mejor momento trabajó bajo las órdenes del director Oliver Stone, merece mejor suerte, esta cinta pasó inadvertida, pocos nos dimos cuenta que se estrenó no solamente porque los productores no tenían los recursos para promoverla, sino porque  la propuesta carece de calidad para que los espectadores paguen casi 300 pesos para ver semejante dislate cinematográfico.

Descanse en paz El Gallo como película dominicana que pasará en la historia del cine criollo como uno de los tantos “engendros” que no debieron filmarse.

Director: Juan Fernández
Guion: Juan Fernández
Reparto: Juan Fernández, Garibaldy Reyes, Johnnie Mercedes, Kiara Romero, Katherine Castro, Lía Chapman, Argenis Acosta, Caperusa E. Ramírez, Miriam Bello, Oscar Carrasquillo, Josué Guerrero


NOCHE DE CIRCO


A continuación la sinopsis de la película:

“En la película dominicana Noche De Circo Diez desconocidos despiertan encerrados en un almacén. ¿Será un secuestro, una broma de mal gusto o su purgatorio personal? Poco a poco descubrirán lo que tienen en común. Un Policía, un banquero, un cura, un juez, una actriz, una asistente social, un político, un anciano, un joven rico y una seguridad de una discoteca despiertan aturdidos en un almacén cerrado decorado como un pequeño circo. Poco a poco cada uno se abrirá a los demás y descubriremos qué pecado los ha reunido en este purgatorio.”


Cuando creímos  habernos repuesto de pagar nuestros cuartos para ver la opera prima de Juan Fernández, asistimos a pagar los cuartos que nos ganamos trabajando para ver esta propuesta del director Alan Nadal Piantini.

La primera sorpresa que experimenté es la de encontrar en el reparto del filme uno de los actores  más talentoso y carismático del cine dominicano, me refiero a RICHARD DOUGLAS, este señor viene de hacer cine en el país cuando todavía era un sueño lejano tener una Ley de Cine, mucho menos un organismo regulador de la actividad cinematográfica en el país. El verlo en la pantalla grande me llenó de regocijo porque su participación prestigia cualquier película dominicana, merece respeto por su trayectoria a favor del nacimiento de la industria cinematográfica del país.

Ahora bien, si dije anteriormente que El Gallo era un desastre, esto lo supera como cine fallido; pretende ser un drama con ribetes de suspenso y termina siento una cámara de tortura para los espectadores por el pésimo guion que intenta hacer crítica social mediante el panfleto, las frases soeces y los constantes clichés verbales. Una película hecha en un solo espacio fílmico exige de una composición dramática de primer nivel y la construcción de un guion con diálogos capaces de enganchar al espectador en la diégesis, este nuevo “engendro” lo que hace es poner a bostezar a los espectadores y ha desear que semejante dislate termine lo antes posible.

Como obra de teatro para presentarse en las fiestas patronales de los diferentes pueblos de República Dominicana sería útil, evidentemente ciertos diálogos  y la caracterización de algunos personajes tendría que sufrir ciertos cambios para que sea apta para todo público. Horrible el guion, la actuación y la dirección,  no pude ocultar mi rabia como crítico debido a que me duele la plata que gasto en pago de entrada  y la de los espectadores que asisten queriendo ver cine dominicano por lo menos con cierto nivel de calidad en su construcción, entonces ocurre que con esta cinta, Noche de Circo, descendemos a los niveles de calidad más bajos que se han registrado este año en el cine dominicano.

Otra película dominicana que debe perderse en la memoria. (EPD).

Director: Alan Nadal Piantini
Guion: Alan Nadal Piantini, Manuel Aranda y Ángel Muñiz
Reparto: Richard Douglas, Cheddy García, Georgina Duluc, Miguel Ángel Martínez, Alfonso Rodríguez, Luis José Germán, Tony Almont, Pericles Mejía, Sandy Hernández y Javier Grullón.



HASTA LUEGO.-
Diciembre 2013
    LI









domingo, 13 de octubre de 2013

CINEMA ZOOM (L) (PONCHAO)

EL FILME PONCHAO HACE HONOR A SU NOMBRE PORQUE SE PONCHÓ  COMO  LA NUEVA PROPUESTA DEL CINE DOMINICANO


         



MA GARCÍA ROMERO
@magarciaromero

Con la película PONCHAO, el actor Manny Pérez completa el tercer largometraje que protagoniza en nuestro país en los últimos años.  Recordemos La Soga el primero de los tres, le siguió el Rey de Najayo y su más reciente propuesta como guionista y actor principal es  PONCHAO. Veamos entonces la sinopsis de esta película como es habitual, para luego entrar en mis consideraciones sobre esta nueva propuesta del cine criollo,

“Ponchao es una comedia romántica que cuenta la historia de un pelotero (Alex Ramírez) y todo lo que hace para llegar a jugar profesionalmente.”

He tratado de  identificar en mi  acercamiento a esta película, uno ó varios valores que puedan resaltarse como texto fílmico; es difícil pero no imposible porque prácticamente se trata de “pedirle peras al olmo” como dice el refrán. Sin embargo en esa búsqueda, me detuve revisando el historial de exhibiciones de películas dominicanas este año, en un elemento que me llamó poderosamente la atención, procedo a explicar: las películas criollas exhibidas  tienen como espacio para su diégesis la ciudad de Santo Domingo; desde sus grandes y modernos centros comerciales, pasando por la nueva arquitectura que hace del Distrito Nacional una ciudad en franco crecimiento vertical y siguiendo por los barrios populosos como Villa Juana, el cual se intentó reproducir con irregular fidelidad en los estudios de cine ubicados en Quita Sueño, San Cristóbal.

Ese elemento que me llamó la atención de Ponchao, es que saca por fin las cámaras del cine dominicano fuera del entorno de la capital de la República Dominicana y la Provincia de Santo Domingo, y la traslada a la hermosa geografía del Cibao para desarrollar en la Provincia de Santiago una historia donde el beisbol el deporte favorito de la mayoría de los dominicanos es el objeto de la construcción del discurso en este filme.

Para referirme al guión de la película no hay cosa mejor que “echar mano” de uno de esos refranes favoritos del Cibao que expresa que “del dicho al hecho hay mucho trecho”.  La intención de los guionistas de abordar el delicado tema de  la falsificación de documentos por parte de algunos jóvenes prospectos del beisbol para lograr que los equipos  le propongan la firma de un contrato representa en el refrán “el dicho”, el “hecho” es que el guion es fallido,  procura en vano  moverse entre la comedia romántica y el drama para abordar el núcleo temático que mencionamos anteriormente sin lograr una cosa ni la otra.

Alex Ramírez, como se llama el personaje que interpreta Manny Pérez  empieza con voz aut ( es decir se oye la voz pero el personaje no se ve en el encuadre) explicando lo sucedido en su vida, desde ese primer momento se establece la estrategia narrativa de que la película es un largo flash back, sin embargo de manera constante la evolución narrativa se traduce en frecuentes flash back al pasado inmediato de la diégesis;  días, semanas y meses, esto hace en el caso especifico de este filme que la evolución narrativa sea tediosa y lenta, este comportamiento “tipo cangrejo” de la temporalidad del relato hace la película insufrible por momentos.

El guion carece de cohesión tanto en la construcción  de los personajes como en el manejo de la temporalidad del relato, de ahí, que ese “racimo” de flash back sea una estocada mortal al interés que el espectador pueda despertar por la historia debido a que complica el disfrute de la evolución narrativa.

Hablar de la composición dramática de la película es ponerse a sufrir en cierto modo: el reparto de las películas dominicanas se está pareciendo a los mítines que hacían los políticos de nuestro país hace cuarenta años; trasladaban la gente de pueblo en pueblo para asegurar una multitud en cada acto político. El reparto de las películas dominicanas sigue “inundado” de figuras de la TV que se están repitiendo de película en película, acabamos de ver a Bolivar Valera como colmadero en Mi Angelito Favorito, pues aquí se muda al Cibao y hace de beisbolista.

Resulta penoso que procurando hacer reír a los espectadores Manny Pérez construya un personaje que su caracterización consista en escarnecer a la comunidad homosexual, mediante la caricaturización del perfil  de las personas que asumen esa condición.  Creo innecesario e imprudente en una película que se precia de ser para toda la familia fomentar el escarnio a las minorías,  independientemente de que no compartimos  su conducta.

Como se ha hecho frecuente en  casi todas las comedias criollas el chiste forzado con tufo televisivo hace acto de presencia en Ponchao, también el desagradable monologo, aparece aunque de manera breve. Fefita La Grande es una reserva de la música popular dominicana, merece y de hecho  tiene,  todo nuestro reconocimiento. Pero me hago las siguientes preguntas: ¿Qué necesidad tiene el cine dominicano de  colocar un icono de la  música popular de la edad de La Vieja Fefa como cariñosamente la ha nombrado el pueblo, en ropa de conejita provocando la vergüenza de los espectadores  en vez de la risa de los mismos? ¿Hasta dónde llegarán los productores y guionistas dominicanos tratando de llevar gente a las salas de cine? ¿La Ley de Cine fomenta esta barbaridad o sólo el afán de éxito en la taquilla de algunos productores de la incipiente industria cinematográfica dominicana?

Otra cosa a la que deseo referirme, las agencias noticiosas dominicanas tienen que revisarse no pueden estar figureando en las películas nuestras de manera frecuente, porque cuando hacen el mismo papel en una historia de ficción de manera usual su desempeño en la vida real fuera de la pantalla grande pierde peso, esa es mi opinión. Por tanto me pregunto; ¿era necesario que la presentadora estelar de Noticas SIN apareciera en el filme leyendo un reportaje sobre las “hazañas del lanzador Alex Ramírez” e inclusive entrevistándolo? Ese recurso narratológico tiene su oportuno momento, aquí me recuerda la época en que el muchachito rico del barrio era dueño del bate y la pelota y había que meterlo a jugar obligatoriamente. Amigos lectores “a buen entendedor pocas palabras bastan”.

Dedicaré unos comentarios a los personajes secundarios, específicamente a dos que merecieron mi atención: Carlos Sánchez y Alfonso Rodríguez. Para Carlos es la primera vez que aparece en la pantalla grande, aunque en algunas secuencias se deja seducir por la verbalización del humor, para ser un novato actuando, luce natural, da la impresión que estamos frente a un receptor real, si este joven humorista piensa seguir incursionando en la actuación cinematográfica es tiempo de prepararse.

El caso de Alfonso es singular, viene de dirigir un fiasco de película y aquí encarna un personaje creíble, que le imprime vitalidad dramática al relato, indudablemente  mejor actor que director pero él insiste en seguir detrás de las cámaras más que delante de las mismas.

Considero interesante los emplazamientos de la cámara que hace el director de fotografía KARL KIM, en la búsqueda de ángulos del plano fuera de lo común,  como ejemplo recuerdo aquella escena en que la esposa de Alex Ramírez (Karina Larrauri) lo abandona o  aquel momento en que este sale despavorido por el terreno del Estadio de Beisbol debido a la seducción de que fue objeto por parte de la esposa del dueño del equipo (Fefita La Grande).  Es pertinente subrayar el interés que pone en todo momento el Sr. Kim en resaltar los códigos cromáticos de la fabulosa campiña cibaeña de Baitoa.

En una película sobre beisbol que se desarrolla en la Provincia de Santiago, no podía faltar la música típica, la cual se emplea sin fastidiar la cinta con un uso excesivo. Pero tampoco falta lo que parece ser un cáncer en el cine dominicano; me refiero al primer plano de la bebida que patrocina la cinta, además de la clásica compra de la tarjeta de la empresa de telecomunicaciones que  también  invirtió en la producción.

 El tema de las trampas realizadas en el reclutamiento de los prospectos de beisbol dominicanos ya fue abordado por otra película; SUGAR, aunque esta se fue por otra arista del problema; las denominadas sustancias prohibidas. Ponchao  emprende con resultados  deficientes el camino para explorar los problemas del reclutamiento de jugadores desde la perspectiva de la alteración y/o falsificación de documentos, este tema se combina con una dosis de melodrama que involucra en la diégesis tanto la relación conyugal de los padres del personaje principal, como la suya.

Resumiendo, Ponchao no encanta pero tampoco espanta, digamos utilizando una metáfora culinaria que sus “ingredientes no se cuecen bien, por tanto, es responsabilidad de cada comensal tener en cuenta las consecuencias a la salud de ingerir un plato que no ha sido bien preparado, o en otra vertiente considerar que medio crudo es que sabe bueno e ingerirlo a pesar de las advertencias de los críticos del buen comer”.  

Género: Comedia
Director: Josh Crook
Guionistas: Manny Pérez y Gilberto Pérez
Dir. Fotografía: Karl Kim
Reparto: Manny Pérez, Jochy Santos, Karina Larrauri, Carlos Sánchez, Tony Pascual, Bolívar Valera, Fefita La Grande, José Guillermo Cortíñez, Nelson Javier.


HASTA LUEGO.-
Octubre 2013
(L)









sábado, 14 de septiembre de 2013

CINEMA ZOOM XLIX (MI ANGELITO FAVORITO)



¡QUE COSA! PRECISAMENTE EN EL MOMENTO QUE EL VERTEDERO DE DUQUESA CONFRONTA DIFICULTADES PARA OPERAR SE ESTRENA MI “ANGELITO FAVORITO",  ¡NO HAY SUERTE!




MA GARCIA ROMERO
@magarciaromero

Como parte de nuestro estilo de escritura se ha convertido en una costumbre que presentemos una sinopsis de la película que concita nuestro interés para emitir nuestros comentarios, veamos pues esa sinopsis:

“Viviendo en un mundo de injusticia social, corrupción, discriminación de clase y guerra, el ángel X (equis) 100 es enviado a la tierra en varias ocasiones, pero sin lograr ningún cambio positivo. A pesar de los fracasos de X100 deciden darle otra oportunidad, esta vez enviándola a República Dominicana. Con la esperanza de que logre su cometido y teniendo solo 3 poderes. Aunque una vez más se encuentra con distracciones divertidas, logra su cometido con la ayuda del pueblo.

Inicio mis planteamientos despejando una de las preocupaciones principales del director de la cinta: informo que pagué mi entrada al cine para evaluar este engendro del cine dominicano, lo que despeja la duda de si fui uno de  los “afortunados o desafortunados” (todo depende del cristal con que se mire)  que el martes 10 de septiembre estuvo en la premier de la película con brazalete de invitación en la muñeca izquierda y cocaleca en la mano derecha viendo de forma  gratuita esta nueva propuesta del cine dominicano.

Dicen que no hay nada malo que no tenga nada bueno. Pues partiendo de esa especie de refrán popular, hay un asunto que me lo encuentro bueno en medio de esta batahola mercadológica que intenta crear la percepción de que esta película tiene una pizca de calidad y que puede encantar a los espectadores. Esa cosa buena a la que me refiero es el intento por parte de Ángel Muñiz de crear unos estudios para el rodaje de películas en Quita Sueño San Cristóbal. En este lugar se rodó Mi Angelito Favorito. Independientemente de las carencias tecnológicas y de infraestructura que pueda tener este lugar para lograr una eficiente y realista puesta en escena, el hecho de poner  en servicio un espacio para realizar rodajes controlados, aunque los resultados no sean totalmente satisfactorios, merece un espaldarazo porque de los tropiezos se aprende.

El guion de esta película es una pieza de “artesanía cinematográfica” sólo estructurado pensando en engrosar la taquilla; combina de forma  estrambótica lo místico, lo celestial con lo popular tratando de producir en la construcción discursiva  una especie de fabula sobre los problemas del subdesarrollo de nuestro pueblo y los posibles caminos para alcanzar la redención. Está concebido con una fórmula populista y muy dominicana de permitir la dichosa “libertad creativa de los actores en la construcción del personaje”, eso significa en términos prácticos que los actores se le permite “lucirse” ya sea modificando, añadiendo o sustituyendo las líneas del guion por los parlamentos que en el momento del rodaje le surjan del puro espíritu repentista de la mayoría de nuestros comediantes.

Existen situaciones penosas, en este guion que no logro todavía descifrar, ejemplo: ¿por qué la idea de nombrar el supuesto angelito que viaja a República Dominicana con el nombre de una popular motocicleta japonesa: Controladora X-100? Sabiendo la fascinación por la publicidad explícita que el director ha hecho en todas sus películas, no sabemos si en esta ocasión, -apunto que formulo solamente una hipótesis-, el señor Rodríguez al utilizar el término X-100  probablemente quiera inducirnos a preferir a la hora de adquirir un medio de transporte de esta naturaleza  la popular motocicleta  que tiene esa denominación comercial, que resulta tan eficiente y tiene alta demanda entre los motoconchistas dominicanos según mis propias indagatorias.

Otras escenas lastimosas son aquellas en que el Ángel X-100, personaje central del relato, asume posturas sutilmente racistas en contra de la nación haitiana, hecho inaceptable porque como dominicano estoy rabiosamente en contra de la presencia de ilegales haitianos en nuestra patria pero no apoyo su discriminación y maltrato sustentada esta actitud malsana por sus carencias y color de piel, ambos pueblos tenemos la raza negra como parte de nuestra composición étnica  y compartimos el  subdesarrollo aunque a niveles ligeramente diferentes.
Otra evidencia vergonzosa de racismo que debió suprimirse en el guión por respeto a la dignidad de los pueblos inmigrantes al cual nosotros también pertenecemos, es la escena en que el personaje que interpreta Manolo Ozuna, interroga  un haitiano con la famosa pregunta que se formulaba en la Era de Trujillo para identificarlos, agregando lamentablemente, otra interrogante extraída de su talento repentista.

De forma casi predecible,  Mi Angelito Favorito concentra a todo lo largo de la evolución narrativa muchos de los “tumores” que ha padecido la comedia cinematográfica dominicana en su incipiente evolución veamos algunas de estas deficiencias: códigos gestuales y escenográficos de procedencia teatral, verbalización del humor, mencionamos anteriormente la  libertad creativa concedida por el Director a los actores para modificar las líneas del guión de acuerdo a la “supuesta inspiración del actor-personaje” y la  publicidad descarada que hace que la película sea un comercial de aproximadamente dos horas de los patrocinadores del filme.

La mala caracterización de algunos personajes y la dirección permisiva del señor Rodríguez permitiendo que sus talentos “supuestamente se luzcan”  nos lleva a hacer la siguiente reflexión: partiendo de que tenemos en la película un personaje femenino que es una cristiana furibunda perteneciente a una secta religiosa, pregunto ¿cómo es posible que aparezca en una escena bailando música secular con su marido, exactamente frente a una iglesia católica? Mi experiencia tratando ese tipo de cristianos me dice que eso es improbable. Es un grave error de verosimilitud  en la construcción del personaje. Si continuo citando fiascos en la caracterización de los personajes no terminamos, mejor pasemos a otro punto.

¿Para qué hablar de la composición dramática en este relato?  ¿Acaso aquí  se puede hablar de actuación?  Algunos personajes no cesan en recurrir al funesto monólogo televisivo, a la mueca fácil, a la exageración gestual que nos remite al Auditorio de Bellas Artes en vez de una sala de cine, en fin lo que se quiere es hacer reír al público de cualquier manera, aunque sea retornando a los orígenes del cine haciendo teatro filmado.

La fotografía está a cargo del prestigioso fotógrafo dominicano Peyi Guzmán, colaborador habitual del Alfonso Rodríguez. En medio de tantos dislates el manejo de la banda imagen por parte de este hombre reconforta. El sabe ser  eficiente  tanto en el cine de arte como en el cine-mercancía, en esta ocasión aquí aparece haciendo su trabajo con dignidad para el segundo de los dos tipos de cine que he mencionado.

Para vender a Mi Angelito Favorito hay que conectar con la música que consumen los potenciales espectadores; para eso el guionista y Director se hace acompañar de uno de los exponentes más populares del Dembow; Mozart La Para quien compone e interpreta los temas  que forman parte de la banda sonora y al final del relato aparece en otra “dominicanada” de las que nos tiene acostumbrado  la comedia dominicana; una especie de video clip donde este intérprete de música urbana se hace acompañar de los  personajes de la película. Sin comentarios señores………

Hay un detalle en la banda sonora que no quiero soslayar. Para eso describo la siguiente escena que acontece en la película: el personaje que encarna Cheddy García tiene una grave enfermedad, en el plano se visualiza un monitor de computadora apagado cerca de su cama simulando un monitor de control de los signos vitales del paciente. El personaje muere e inmediatamente en la banda sonora se escucha el fatídico pito de los monitores médicos que indican que los signos vitales desaparecieron. Me formulo la siguiente pregunta de lógica elemental: ¿dónde está el aparato que emite esos pitos si el monitor que vemos en la imagen está apagado? La paciente tampoco tiene conectada, ningún tipo de sensor.  Otra inexplicable metida de pata en la utilización de códigos visuales y sonoros en la construcción del texto fílmico. 

 Ya expresé en los primeros párrafos de estos comentarios que el diseño de producción estuvo a cargo de Ángel Muñiz, quien hizo el intento de recrear a Villa Juana en  sus estudios de Quita Sueño donde se rodó la película. El problema empieza con que el barrio de Villa Juana que vemos es excesivamente bonito, casas muy bien pintaditas, sin rastro de suciedad y cierto desorden que refleje la vida tumultuosa de sus ciudadanos, donde cada  toma que señala un letrero nos recuerda un patrocinador de la cinta porque hay que meterle a los espectadores por boca y nariz las marcas que aportaron los recursos para hacer la película, ahí está uno de los anteriormente referidos  “tumores”  de la comedia dominicana. Me surge otra pregunta ¿Villa Juana, sin tienda de repuestos de automóviles, es Villa Juana? Esa actividad comercial es la de mayor auge en ese sector por lo tanto pertenece a una especie de idiosincrasia económica  del populoso sector capitalino. Ah me surge otra inquietud: si el dispensario médico esta en el sector de Villa Juana, ¿por qué cuando se inaugura después de su reparación el letrero frontal dice “Dispensario Quita Sueño”? Otro dislate en la puesta en escena, es la única explicación posible.

Recapitulando mis opiniones sobre Mi Clavito Favorito, ¡perdón! Mi Angelito Favorito, usted puede entender lo que ha pasado utilizando el argot de tres deportes diferentes: en pelota este nuevo estreno es un tremendo foul por primera, en baloncesto el balón  chocó en el tablero sin tocar el aro y en futbol  el balón chocó con  el borde superior de la portería y  salió del campo.


Género: Comedia
Guión: Alfonso Rodríguez
Director: Alfonso Rodríguez
Fotografía: Peyi Guzmán
Diseño de Producción: Ángel Muñiz
Reparto: Irving Alberti, Manolo Ozuna, Carmen Rodríguez, Cheddy García, Hony Estrella, Bolívar Valera, Freddyn Beras-Goico, Carolina Feliz, Carolyne Aquino, Luis José Germán.




HASTA LUEGO.-
Septiembre 2013
XLIX


¡

sábado, 17 de agosto de 2013

CINEMA ZOOM XLVIII (¿QUIÉN MANDA?)


¿QUIÉN MANDA?: CONFIRMA UNA VEZ MAS COMO FUNCIONA EN CINE UNA CONDICIÓN MARAVILLOSA QUE SE HA DADO EN LLAMAR “LA QUÍMICA” ENTRE LOS  ACTORES Y LOS PERSONAJES.



MA GARCÍA ROMERO
@magarciaromero

Empiezo este acercamiento a esta película dominicana, haciendo una afirmación que aunque parezca temeraria es el fruto de mis meditaciones en medio te tantos apagones y del gratificante calor (a mí me encanta, perdonen los demás) que trae agosto. Esta mencionada afirmación es la siguiente: donde otras películas dominicanas han fallado, fracasado, cometido yerros para ser un poco sofisticado o en lenguaje llano de nuestro país; metido la pata, la película que nos ocupa ¿QUIÉN MANDA? sale airosa, destila modernidad, una frescura y un empleo ortodoxo  de los códigos visuales y tecnológicos del cine.

En tal sentido los últimos acontecimientos en  el cine dominicano, demuestran que algunos muchachos, y digo muchachos por su juventud -jamás de manera peyorativa- que han encontrado apoyo para materializar proyectos como este tienen el talento suficiente para la construcción de un texto fílmico de calidad, que demuestre que el cine  debe crecer tanto en su construcción como en el manejo del marketing. Muchas veces ha ocurrido que el marketing es superior a la calidad de la oferta fílmica, pero este no es el caso que nos ocupa.

Veamos pues la sinopsis de ¿QUIÉN MANDA?, para que entremos a comentar algunos aspectos que me parecieron interesantes: “Alex es un tipo relajado, sofisticado y un gran conquistador, que se conoce todos los trucos para conseguirse a cualquier mujer. Sus relaciones son siempre cortas y superficiales, pues le encanta disfrutar de su libertad y los beneficios que esta conlleva. Es el típico “experto” en relaciones, que aconseja a sus amigos sobre que decir o como actuar para conquistar a una mujer. Su vida es perfecta hasta que conoce a Natalie, una mujer sensual, atrevida y divertida, que lleva el mismo estilo de vida. A Natalie le gusta tener el control en la relación, y es por esto que ambos se verán en una encrucijada donde se enfrentan entre ellos y sus sentimientos, para demostrar al final quién manda.”

Esta película ensaya con éxito e indiscutible gracia uno de los modelos narrativos que ha hecho naufragar muchas películas, incluyendo muchas dominicanas que intentaron de manera torpe y fallida la utilización de este mecanismo narratológico. Me refiero a la llamada interpelación del espectador, que consiste en conferirle a uno de los personajes el estatuto de narrador o sujeto empírico de la enunciación como también puede llamársele.

Esto significa que el personaje de Alex asume el control de la narración e instaura mirando hacia la cámara una comunicación con el espectador a quien privilegia suministrándole información sobre la evolución del relato que solo él y los espectadores conocerán en muchos casos, en otros el comparte información con el espectador que también los otros personajes manejan.

La estrategia discursiva que acabo de plantear ocurre con soltura y eficacia en ¿Quién Manda?, esto debido a una combinación de factores pero fundamentalmente a un guion con diálogos amenos, directos, puestos en boca del personaje de Alex que interpreta de manera fenomenal Frank Perozo y a la eficaz dirección de RONNI CASTILLO quien con mano firme evita en todo momento que el filme naufrague en los “mares de la telenovela” sino que se mantenga como una comedia romántica que cautiva los espectadores.

El éxito de esta película empieza por su guion. Personajes urbanos con diálogos alejados del lenguaje vulgar y el chiste forzado. Este guion está concebido para que las situaciones sean las que provoquen risa evitando en todo momento lo que ha sido un cáncer en la comedia cinematográfica dominicana la verbalización del humor o el humor televisión, como queramos  llamarlo.

Tengo que referirme a Nashla Bogaert, ella encarna a Natalie la típica “tiguerona urbana de clase media alta” que posee para tratar al sexo opuesto similares artilugios amorosos que Alex, al encontrarse con  él toma cuerpo el refrán de que “filo con filo no se cortan:” Luce segura, destila una sensualidad juvenil que da brillo al personaje y manipula las emociones de las espectadoras;  porque las mujeres cuando Natalie pone a sufrir a Alex  gozan y cuando Natalie sufre comparten su pena.
Entonces en este punto viene la dichosa expresión de que “hay química”, en la composición dramática, es decir eso significa que las actuaciones fluyen de manera sorprendentemente natural, por encima de los ensayos previos al rodaje, de las indicaciones del director, de los diálogos del guión, los actores proyectan una empatía con sus personajes a niveles insospechados, a eso le llamamos “química” y eso es lo que acontece de manera evidente entre estos jóvenes interpretes dominicanos que han dado vida a estos personajes en un esfuerzo profesional meritorio. Tengo que valorar también el trabajo de los personajes secundarios que giran en torno tanto de Alex como Natalie, estos con su buena actuación; sobre todo la carga de naturalidad que tienen, potencian la actuación de los dos principales personajes.

Si por un aspecto ¿Quién Manda? se alza con meritos por encima de muchas comedias dominicanas que la anteceden es por el manejo sumamente eficaz del montaje cinematográfico-la  edición- en combinación con la dirección de fotográfica de Peyi Guzmán. Este señor que viene de fotografiar y dirigir la adaptación del cuento Los Amos, del Profesor Juan Bosch, de conducir la fotografía del Rey de Najayo, Feo de Día/Lindo de Noche y de dirigir la segunda unidad en la película de Andy García The Lost City, en esta ocasión vuelve a lucirse fotografiando de forma maravillosa la ciudad de Santo Domingo, sin que parezca un anuncio turístico, sino el nido donde Alex y Natalie desarrollan su historia de amor.

Peyi,  hace con su manejo mesurado y preciso del plano cinematográfico que se nos olviden al mirar esas imágenes, el caos del transporte, los delincuentes citadinos, los problemas medioambientales de la Ciudad Primada de América, nos conduce a percibirla una ciudad romántica, moderna y cosmopolita. Este señor se crece a la hora de fotografiar los personajes principales, procura que  estos se  destaquen realizando oportunos planos americanos en los espacios abiertos como las calles de la zona colonial y reduciendo la profundidad de campo para dar la sensación de que sus siluetas controlan todo el encuadre y así conmover a los espectadores.

Es un hecho que la combinación de la fotografía  de Peyi Guzmán y la edición de la película fortalecen la evolución del relato. Cuando se quiere mostrar fatiga y transcurso del tiempo el editor recurre al librito; secuencia rápida de planos cortos presentando al personaje en diferentes acciones. En escenas  de tristeza, soledad y depresión se recurre al  plano medio y el primer plano para acentuar la tensión emocional, evitando cualquier perorata.  Así se avanza en el cine dominicano empleando el lenguaje cinematográfico y superando errores cometidos en el pasado en la construcción discursiva.

Se ha desatado una práctica en el cine dominicano de que la música que acompaña la banda sonora de una película tiene que ser el ritmo de moda. Como dentro de los ritmos de moda está el llamado Dembow , nos han metido el susodicho género musical por ojos, boca y nariz en la mayoría de las producciones cinematográficas en los últimos años. En ¿Quién Manda?  ocurre algo diferente, la música está a cargo del grupo Be Crazy, grupo joven dominicano que hace una música que va en consonancia con el perfil social y económico de los personajes de la historia. Bien empleada la música, en ningún momento compite con las imágenes sino que acentúa la evolución del relato sin sobresaltos. Esta condición es un punto a favor de los encargados de la música en la banda sonora: Yamill León y José Delio Ares García.

Viendo los lugares escogidos para la puesta en escena de la película; esa ciudad idílica que proyecta las imágenes, concluimos que Santo Domingo, sale ganando: sus  lugares discretos, acogedores, sobrios, románticos hacen que se nos olvide durante el desarrollo del relato todo lo que está  pendiente por resolver en nuestra ciudad,

Pero no todo es color de rosa, dice la frase, por tanto en la cinta hay cosas que pudieron hacerse mejor para incrementar la calidad de la misma. Un ejemplo de esto es la secuencia de la primera cena entre los amigos/as. El conflicto aparece de manera abrupta sin dar chance a que los personajes interactúen, si es la primera vez que tienen contacto un encontronazo tan rápido entre dos de los personajes no tiene justificación dramática sin antecedentes previos, es una falla de dirección y construcción del guion en ese punto de la diégesis.

Desde el mismo momento que un director dominicano en la conclusión del rodaje de una de sus comedias entró a campo, es decir se puso delante de las cámaras y comenzó a abrazar los actores para celebrar el final del rodaje mientras pasaban los créditos de la película, desde ese instante “patentizamos una dominicanada” ridícula que tiene raíces culturales en nuestra idiosincrasia de chercha y festejo pero que nos lacera el progreso en el desarrollo cinematográfico internacional porque eso es sencillamente innecesario. Eso pasa en menor medida en la conclusión del relato en ¿Quién Manda?, el director suelta el mando y permite que los personajes tanto principales como secundarios avancen de manera frontal haciendo una coreografía agradable y acorde con los acontecimientos ocurridos en esa escena, pero que después  se convierte en un superfluo espectáculo circense.
Esa nueva “dominicanada” en la conclusión  de una comedia cinematográfica  estropea un poco todo el trabajo anterior, RONNI CASTILLO, el director, debió en el momento de la coreografía colectiva finalizar la película, la cinta a pesar de esa pifia continúa siendo una agradable sorpresa en el firmamento, ejerciendo un trabajo de edición en el punto anteriormente señalado, la postproducción libraba a ¡Quién Manda? del “virus” que ataca la organización discursiva y dramática de las comedias dominicanas en su secuencia final: el corro de los personajes.

Director: Ronni Castillo
Guión: Daniel Pérez y Ronni Castillo
Fotografía: Peyi Guzmán
Reparto: Frank Perozo, Nashla Bogaert, Cuquín Victoria, Amauris Pérez, Claudette Lali, Akari Endo, Sergio Carlo, Milagros Germán, Manuel Chapuseaux.

  
HASTA LUEGO.-
Agosto, 2013
XLVIII