CRISTO REY:
INOPORTUNA, PONZOÑOSA Y POR MOMENTOS INFAMANTE
MA GARCIA ROMERO
@magarciaromero
Empieza el
estertor del año 2013, un año donde el
cine dominicano ha exhibido muchas películas mediocres pero también hemos
tenido alguna que otra grata sorpresa. Precisamente cuando el año agoniza
aparece en las salas de cine el segundo largometraje de la cineasta dominicana
Leticia Tonos. Demos una hojeada a la sinopsis de esta cinta, para entonces
confesar con qué nos encontramos al chequear esta nueva propuesta.
“Rudy es un joven
apuesto, hijo de un mecánico, que fue expulsado de la universidad por haber
causado disturbios, del otro lado se encuentra Loussandy de ascendencia
haitiana pero nacido en Santo Domingo, y que todos llaman "Ayti". Los
dos jóvenes son totalmente opuestos, pero viven de forma independiente el uno
del otro en el mismo barrio: Cristo Rey, donde co-existen, se encuentran,
chocan para enfrentar a los dominicanos y la diáspora haitiana. Ayti y Rudy y
también para su desgracia, tienen el mismo padre; los medio-hermanos serán en
ocasiones víctimas de los celos y el resentimiento; lo que se complicará,
especialmente cuando se trata de hacer dinero. Ayti es contratado para vigilar
y proteger a Jocelyn, la bella hermana del jefe de una mafia local. La relación
entre los hermanos se convierte en crítica cuando Rudy y Jocelyn se encuentran
y su protector Ayti comienza a mostrar envida por su hermano e informará de la
relación al jefe de la banda, quien decide ajustar cuentas con Rudy. Ayti ve
esto como una oportunidad para finalmente tomar venganza contra su medio
hermano para que desaparezca de su
vida.”
Cuando se revisa la
sinopsis anteriormente expuesta, la primera impresión que ofrece es que nos
encontramos frente a un melodrama con tintes de violencia barrial, pero cuando
se ha visionado el filme surgen un montón de preguntas; ¿el guión fue escrito
por una haitiana? ¿Cuál es el rol del cineasta dominicano en la actual coyuntura
histórica respecto a nuestras relaciones con el país vecino? ¿CRISTO REY, es una película por encargo de
las ONG que promueven una campaña en contra del Estado Dominicano?
La directora de esta
cinta Leticia Tonos, en su primer largometraje LA HIJA NATURAL dio señales
inequívocas de su pasión por la simbiosis del trabajo cinematográfico entre
República Dominicana y Haití al
incorporar actores haitianos en su película. Esta película confirma esas
señales porque es precisamente una coproducción de República Dominicana,
Francia y Haití y precisamente en la película el personaje central lo encarna
el joven actor haitiano James Santil. Pienso que actores extranjeros tengan
roles principales en el cine dominicano es parte de su necesario proceso de
expansión, no es en este punto donde esta película escandaliza aquellos que se
mantienen alerta contra la propaganda anti dominicana en los actuales momentos.
Agarremos el toro por
los cuernos de inmediato: la organización discursiva y dramática con que fue
concebido el guion de esta película tiene como objetivo desacreditar los organismos del Estado
Dominicano, presentándonos como un pueblo que maltrata y violenta los derechos
fundamentales de los inmigrantes haitianos. La secuencia de la redada policial
en la barriada de Cristo Rey es una muestra de lo que acabo de expresar. El
altisonante lenguaje discriminatorio y
la presentación en plano medio de la bandera nacional en el uniforme de los
policías a mi juicio, buscan impactar al espectador presentando a los
dominicanos como verdugos de un pueblo supuestamente oprimido por nosotros.
Bochornosa estrategia de contenido que no se detiene ahí, lo peor surge cuando
el relato avanza.
La directora ya
mostró en su opera prima talento para dirigir, esta película no es la
excepción, aquí se luce presentando una serie de ambientes y personajes que
pretenden redimir el inmigrante haitiano, explorando su música, hábitos de
comportamiento y lenguaje, todo una perla proveniente de una mujer partidaria
de la convivencia social y cultural
entre ambos pueblos, aunque la historia ha demostrado que la convivencia entre
las dos países es conflictiva y tiende a
ser utópica.
Hay secuencias en que
la dirección es floja, la Directora Tonos debió sacar mejor partido de la densidad
dramática de la diégesis, tal es el caso
del tiroteo posterior al duelo con machetes y la confrontación debajo del
puente donde muere el capo denominado “El Bacá”. Ambas escenas son un ejemplo
de lo que opino al respecto.
En la composición
dramática quiero destacar la labor de actuación de Jalsen Santana, como policía
corrupto y abusador, la trilogía de actores que sustentan la historia: James
Saintl, Akari Endo y Jasser Michellen Cunillera actúan de forma eficaz pero en momentos dramáticos
álgidos algunos de sus personajes le falta vigor dramático.
Me llamó la atención
que la directora de fotografía Kika
Ungaro, le guste experimentar con las funciones del plano cinematográfico:
ángulo, metraje, campo y encuadre, ciertamente son emotivos algunas de sus
encuadres, salen de lo común y pretenden cierta expresión estética.
La banda
sonora está a cargo del destacado percusionista dominicano David Armengold. Este señor prepara
para la escena inicial del filme una especie de videoclip con los jóvenes de la
barriada de Cristo Rey. Utilizando
objetos de la vida cotidiana tocan una melodía que luce novedosa e interesante
pero no deja de ser “traída por los moños” a la diégesis debido a que la película no es un musical, parece artificioso que los jóvenes de Cristo
Rey al empezar el día se reúnan para realizar semejante presentación artística
antes de iniciar sus labores. Definitivamente esta escena esta fuera de contexto en términos
del género cinematográfico a que pertenece la película.
La música
predominante en el filme es el Dembow a cargo del poeta callejero y la música
haitiana. Ciertamente, la historia que se cuenta está protagonizada por jóvenes,
pero que no aparezca dentro de la música que escucha un sector tan emblemático
de la capital dominicana como Cristo Rey ni siquiera una bachata o un merengue
es penoso, la música que identifica plenamente al pueblo dominicano ha sido
soslayada en la película para dar paso a la música de moda y la música
extranjera, específicamente la música de Haití
Llegamos a
examinar la puesta en escena, término que el cine heredó del teatro para
señalar la organización de todo aquello que aparece dentro del encuadre, dicho de manera sencilla sin entrar en
vericuetos teóricos porque nos desvía del punto central del tema. En este
aspecto quiero hacerme las siguientes
preguntas: ¿es correcto que un narcotraficante, proxeneta, criminal confeso
como el personaje de “El Bacá”, aparezca fotografiado en plano medio con la
imagen del patricio Juan Pablo Duarte tatuada en su brazo derecho? ¿Es ético
que la directora de la película haya permitido que la imagen de Duarte se viera
asociada desde el punto de vista del lenguaje icónico a semejante delincuente?
¿Se debe permitir en beneficio del desarrollo del cine dominicano semejante
infamia contra la memoria del Padre de la Nación Dominicana?
Es
probable que ustedes al leer este articulo piensen que exagero en mis opiniones.
Estimo lo contrario, he sido consecuente porque tratándose de una dama como
directora de esta cinta, no he lanzado imprecaciones por su actitud dubitativa
como cineasta dominicana que debería entender el momento crucial que vive
nuestra nación, a la defensiva contra
una comunidad internacional que quiere presentarnos como los victimarios de
Haití.
Finalmente,
reitero lo anteriormente expuesto las texturas expresivas de esta película
pretenden presentar al pueblo dominicano como el verdugo de los haitianos, y a
estos como víctimas, utilizan el pretexto de un melodrama triangular entre dos
hermanos y una dominicana para dimensionar frente al espectador la situación
que viven los inmigrantes haitianos en nuestro país. Por esta razón no recomiendo
este adefesio, perverso y execrable que deseo que se pierda en la memoria de la
filmografía dominicana como lo que verdaderamente es; un “caballo de Troya”
creado apoyándose en nuestra Ley de Cine para hacernos daño haciendo causa común
con quienes quieren lastimar la identidad y soberanía del pueblo dominicano.
Género: Drama
Directora: Leticia Tonos
Guión: Leticia Tonos
Guión: Leticia Tonos
Música: David David Armengold
Fotografía: Kika Ungaro
Reparto: James Saintl, Alejandro Andújar, Yasser Michelén Cunillera, Akari Endo, Salvador
Pérez Martínez, Jalsen Santana.
HASTA LUEGO.-
Diciembre 2013
LII