¡¡¡
ATENCIÒN, ATENCIÒN, ATENCIÒN !!!
Faltan pocas horas,
específicamente este 04 de mayo del 2017 para la apertura al público de la XIX
MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE DE “BARCELONA” EN SANTO DOMINGO. Menciono la
ciudad de Barcelona, porque lo que anteriormente se denominó MUESTRA
INTERNACIONAL DE CINE DE SANTO DOMINGO es una utopía, simplemente dejó de
existir por una serie de factores que entenderás amigo/a lector/a si continuas
leyendo esta breve pero precisa mirada retrospectiva al ocaso de un evento que
fue el orgullo de los cinéfilos dominicanos.
El inicio de la Muestra
Internacional de Cine de Santo Domingo fue la conjunción de dos de las
personalidades culturales más relevantes del país, me refiero a Carlos
Francisco Elías, crítico de cine y de arte en sentido general también
musicólogo y Arturo Rodríguez Fernández, Crítico de cine, dramaturgo,
novelista, promotor de la cultura cinematográfica y de gran prestigio nacional
e internacionalmente.
Estas dos figuras de
formidable erudición cinematográfica y pasión por el séptimo arte, se hicieron
acompañar de dominicanos/as de similar entusiasmo, entre los que había uno que otro inmigrante europeo que le había
acompañado en el cúmulo de proyectos que Arturo Rodríguez Fernández venía
desarrollando como Crítico de cine y promotor del séptimo arte en todas las
esferas de la vida nacional antes del surgimiento de la Muestra de cine.
La primera etapa de la
Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo aconteció en las salas de cine
de la plaza Diamond Mall, los cines mas modernos y la plaza más popular a
principios de la década 2000-2010. Recuerdo que lo que se vivía en la plaza era
un mar humano, revisando horarios de exhibición, haciendo filas enormes para
ver la extraordinaria selección de película en cada edición, lo más selecto del
mundo intelectual, académico y artístico se daba cita cada año. Fue la época de
películas como MACHUCA, DETRÁS DEL SOL, PASAPORTE ROJO entre muchas que mi
memoria por la emoción no alcanza a recordar en el momento que escribo estas
líneas.
Por razones que no es necesario
recordar, hubo una separación en el colectivo fundador de la Muestra y Arturo
Rodríguez Fernández continuó con el evento rodeado de un grupo de
colaboradores, entregados a tiempo completo a la causa de mantener el prestigio
alcanzado por el certamen cinematográfico.
Es el tiempo del traslado a
los cines de la nueva plaza del momento; Bella Vista Mall y en este nuevo
espacio liderados por Arturo y un equipo de trabajo incansable la muestra
expande su reputación y se establece como un evento que identifica y da
renombre a la ciudad de Santo Domingo, capital de nuestro país.
Ocurre la muerte repentina
de Arturo Rodríguez Fernández en abril del año 2010 y la muestra se traslada posteriormente a la novedad en la
ciudad; las nuevas salas para cine independiente de Fine Arts en la torre
Novocentro.
¿Qué pasa en esta última
etapa de la Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo?
Aunque con la ausencia de
Arturo pero la presencia en el comité de un crítico de cine profesional,
académico, investigador y autor de dos textos sobre cine criollo, es decir el
señor Félix Manuel Lora la Muestra mantuvo su calidad pero empezó el declive
debido a que en la transición después de la muerte del fundador del evento una
persona de su círculo intimo de colaboradores se hizo con el control del comité
y sembró el germen de la destrucción del evento aplicando dos verbos que son
venenos mortales para su consolidación y desarrollo, me refiero a los verbos:
EXCLUIR, DISCRIMINAR Y CONCENTRAR.
EXCLUIR porque se implementó
una política de negarle la acreditación para cubrir el evento a personas que
como yo tiene un ejercicio cultural y escritural en propinación del séptimo
arte que puedo poner en evidencia con pruebas concretas que se encuentran en
las dos páginas digitales que manejo.
DISCRIMINAR porque he
pasado, como otros, por el atropello de
constatar como a ciertas personas que no ejercen una labor como periodistas,
críticos de cine, trabajadores de la industria cinematográfica se le concedía
una acreditación, obligándome en mi caso particular a disponer hasta de cinco
mil pesos para poder cubrir el evento y simultáneamente expresar mis
consideraciones como editor de dos medios digitales.
CONCENTRAR, porque quien
dirige el evento tiene una visión geriátrica de los procesos de gestión
cultural y gerencia de eventos de esa magnitud, es decir los que participan en
la organización y ejecución de la muestra tienen que consultar hasta el mínimo
detalle, no hay la visión moderna de DELEGAR para crear nuevos líderes y
preparar las nuevas generaciones para dirigir
la Muestra, expresándose una egolatría de carácter senil que ha
carcomido la eficiencia y motivación de mucho de los miembros.
Algunos ejemplos de
concentrar los recursos y los medios es que durante su evolución la Muestra
tuvo un trato afable con los miembros de la prensa y afines que cubren el
evento. Durante la rueda de prensa se entregaba a los invitados un kit
contentivo de material para desempeñar sus labores, hasta ese gesto desapareció
este año.
Este año la presencia de los
invitados internacionales es nula. Tampoco según mis fuentes, el tradicional
agasajo a los miembros del jurado no será realizado. ¿Acaso no es esto
evidencia de una debacle total? Sea usted el jurado.
La invitación para asistir a
la noche de apertura y clausura del evento siempre fue algo muy preciada y
difícil de obtener por la nombradía de la muestra y la cantidad de invitados al
evento. Este año 2017 como evidencia de la estrepitosa caída de la muestra
tengo la información de entero crédito que en la premier de la película
Carpinteros de José María Cabral se regalaron invitaciones para asistir a la
noche de apertura, un hecho impensable en los momentos de esplendor de la
muestra.
Con dos eventos mas de cine
en República Dominicana, dirigidos por dominicanos de pura cepa y con la
presencia de inmigrantes extranjeros que vienen a enriquecer el panorama del
cine nuestro con su visión moderna y enriquecedora de cómo se manejan los
eventos de cine el siglo XXI, no tengo que coger lucha con personas de cuerpo y
mente de ascendencia geriátrica, con quien hay que discutir para que acceda a
venderme el bendito catalogo de la
Muestra. En los otros eventos me invitan, me entregan todo mi material de
trabajo en la puerta y en uno de los eventos hasta me acredito por internet
presentando mi trabajo como crítico de cine y fundador y Director de la Muestra
de Cine de Cotui, evento con fines educativos que realizo desde hace 22 años.
Ciertamente en medio de un
evento que agoniza aunque aparente estar vivo-solo aparenta- no todo es malo,
la inclusión de uno de los jóvenes mas brillantes de la nueva generación de
colegas críticos de cine, Pavel Gonzàlez en el jurado de Opera Prima, me llena
de satisfacción aunque sea en medio de una Muestra de cine moribunda que dejó
ir por desidia a dos de sus figuras fundacionales Luis Jiménez y Félix Manuel Lora.
EN TAL SENTIDO, NO VUELVO A
LA MUESTRA, NO QUIERO SENTIR EL ESTERTOR DE UN EVENTO AL CUAL ASISTÌ
RELIGIOSAMENTE DURANTE SUS PRIMEROS DIECIOCHO
AÑOS Y QUE AMÈ PROFUNDAMENTE.
TAMPOCO QUIERO PASAR POR LA
PENA DE OBSERVAR COMO DOMINICANOS CON SOBRADOS CONOCIMIENTOS DE CINE SE
COMPORTAN COMO LA COLA ORGANIZACIONAL DEL EVENTO CUANDO LES CORRESPONDE SER LA
CABEZA PORQUE ESTAN EN SU PATRIA-RD-, Y LA EPOCA EN QUE ESTE TERRITORIO FUE
COLONIA ESPAÑOLA PASÒ HACE MUCHO TIEMPO.
Requiescant in pace Muestra Internacional de Cine “de Santo Domingo”**
**Léase
“Barcelona”.
Mayo 2017
XCIII