sábado, 24 de diciembre de 2016

CINEMA ZOOM LXXX (TUBÈRCULO GOURMET, A ORILLAS DEL MAR, PUETO PA' MI, ALGÙN LUGAR, DINERO FÀCIL)


TUBÉRCULO GOURMET O LA PERVERSA EXALTACIÓN DEL “HEDONISMO CULINARIO”.



MA GARCÍA ROMERO
@magarciaromero
Fb: Cinemaxoom Magr

Por MA GARCÌA ROMERO
Acabamos de asistir esta semana al estreno de la película dominicana TUBÈRCULO PRESIDENTE, una especie de continuación de la taquillera cinta Tubérculo Gourmet que comentáramos en su aparición el año 2015. Para situar a mis lectores, repasemos la sinopsis de esta nueva entrega y luego nuestros comentarios sobre este filme criollo.

“TUBÉRCULO y TIRSON son elegidos presidente y vicepresidente de la República y se instalan junto a sus familias en el Palacio Presidencial, cuyo rigor protocolar es totalmente contrastante con su estilo de vida campesino. Su peculiar trabajo logra altos índices de popularidad pero afecta a sectores que organizan un contundente golpe de estado! …Podrá sostenerse en el poder este divertido y efectivo gobierno”

Con Tubérculo Presidente, la comedia cinematográfica dominicana que se encuentra en “cuidados intensivos” por su sordidez conceptual, su apego al canon televisivo y el uso insistente de personas del medio farandulero simplemente toca fondo con este personaje tan desagradable como pintoresco.
No puedo soslayar un punto interesante:  me refiero a la morfología narrativa del filme. El hecho de construir un guion que tiene como eje narrativo una entrevista realizada por el prestigioso crítico de cine y de espectáculos Juan Carlos Arciniegas a Tubérculo y Tirso, es una estrategia narratológica que funciona para dar a la historia un tono de flash back.

Hay muchos aspectos cinematográficos en esta cinta que fueron empleados de manera eficiente: la edición, la música, la puesta en escena del entorno presidencial, la dirección de fotografía por citar los principales componentes fílmicos. Sin embargo donde empieza el fango de esta película es en la construcción del guion.

Para Miguel García Romero, el personaje humorístico Tubérculo Gourmet siempre ha constituido un ser abyecto, despreciable, depravado, repugnante, aborrecible porque en un mundo donde se lucha contra la obesidad como la antesala a muchas enfermedades cardiacas que conducen a la muerte.  Que un individuo haga del acto de comer su modus operandi me parece asqueroso como propuesta de sentido de cualquier película, aunque sea una comedia.
Pero donde Tubérculo Presidente se introduce en el fango y destapa una caja de Pandora en el cine dominicano es en el aspecto siguiente : habíamos planteado en artículos anteriores la práctica de los directores criollos de realizar publicidad subliminal en sus películas mediante la insersiciòn de planos cinematográficos de los productos que patrocinan el filme. Sin embargo el Director de esta cinta como eficiente artesano y mercadòlogo se le ocurrió insertar publicidad explicita en el dialogo de los personajes. Es así como vemos de manera descarada cuando Tubérculo recomienda “comer huevos Endy” para mantenernos fuerte y “ Arroz Campos”.

Después de semejante publicidad descarada y prolongada durante todo el filme, sólo queda espacio para la vergüenza ante este  burdo ejercicio mercadológico que abre las puertas a que las empresas que inviertan recursos en el cine exijan que sus productos sean promovidos por los personajes a la manera de Tubérculo Presidente.

Finalmente TUBÈRCULO PRESIDENTE es una clara evidencia de que la Ley de Cine Dominicana se está convirtiendo en una maquinaria para el embrutecimiento colectivo porque permite que personajes infames como este que promueve el hedonismo culinario de manera salvaje,  aparezcan como parte del imaginario colectivo en la pantalla grande. ¡ Dios nos ampare !

Director: Archie López
Guion: Víctor Reyes
Fotografía: P. J. López
Reparto: Raymond Pozo, Miguel Céspedes, Cheddy García, Fefita La Grande, Orlando Urdaneta, Jorge Pabòn, Luis  Manuel Aguilò, Steven Domsam, Héctor Sierra y Elizabeth Ruiz.





Asistí gustoso a la premier de “A Orillas del Mar” el segundo largometraje del Director dominicano Bladimir Abud, todavía tengo fresco en mi memoria la agradable experiencia de ver la exhibición de su opera prima en una de las salas de Fine Arts, porque en esta primera película el joven Director criollo demostró claramente sus intenciones de hacer un cine diferente a la cháchara habitual de comedias dominicanas que suelen contaminar las salas de cine de nuestro país. En dicho filme “La Lucha de Ana”  el realizador puso a prueba su vocación de construir historias de interés social, que ahondaran en la miseria humana que significa la desigualdad, corrupción de las instituciones del Estado dominicano y exploraba con relativo éxito las condiciones de marginalidad social prevalecientes en la ciudad de Santo Domingo  en los cinturones urbanos que bordean el rio Ozama.
En esta ocasión, coherente con su postura como realizador Bladimir Abud traslada su preocupación por la condición del hombre dominicano a la fascinante geografía de su natal provincia de Samaná. El hecho de que la diégesis se desarrolle fuera de la ciudad de Santo Domingo, ya es ganancia para el cine dominicano porque habitualmente el cine nuestro que merece cierta atención, como gran parte de la comedia-chatarras dominicanas que han sido exhibidas en los últimos años han recorrido casi todos los rincones de plazas, grandes centros comerciales y parques de la ciudad como si el país se circunscribiera solamente a su capital.

De manera  que partiendo de lo que expresé anteriormente la puesta en escena en las primeras secuencias del filme, representan un cambio acertado en la actitud de productores de utilizar y potenciar nuevas locaciones como el espectacular paisaje de nuestra bella península de Samaná condenada o agraciada-depende de cómo lo veamos- a convertirse en isla en unos miles de años a causa del cambio climático.

En este punto apelo a un refrán muy conocido que expresa “que una cosa piensa el burro y otro el que lo apareja”, lo que significa claramente en que puede producirse un trecho, una diferencia entre lo que usted quiere como resultado y lo que usted obtiene realmente.

Cuando examinamos el filme nos damos cuenta que el guion adolece de serias lagunas en la construcción de los personajes. ¿Por qué razón un padre abandona su hijo? Al margen de que el guionista tiene el derecho de administrar el conocimiento que tienen los personajes sobre un hecho y también el espectador, en algún momento de la diégesis tienen que aparecer indicios de qué mueve el personaje a comportarse de esa manera. En el filme la idea es vaga.

La película está narrada desde  el punto de vista de un muchacho que con su padre se gana el sustento ejerciendo la pesca en la península de Samaná. Los primeros diez minutos del relato los diálogos son escasos, el tono documental, marcado por las imágenes evidentemente cargadas de plasticidad del paisaje de la zona mantienen al espectador esperando que suceda algo y precisamente no sucede nada, la película cae en una especie de abulia dramática que desespera porque la cinta se transforma en una especie de “merengue sin letra….no dice nada” como refiere la pieza musical.

Cheddy García, confirma que puede dar más que esos personajes cómicos inducidos a repentizar en las comedias dominicanas. Vale la pena mirarla haciendo un personaje lleno de dolor, frustración, ella salva la película de perderse en el total olvido y Miguel Ángel Martínez, nueva vez nos sorprende de manera grata por su capacidad histriónica  con uno de esos personajes sórdidos,  oscuros que sabe interpretar, aunque este guion cojo en la construcción de los personajes no le permite ir muy lejos.

La fotografía es uno de los aspectos del filme que le agregan valor en términos de la construcción del discurso y de forma paradójica uno de los aspectos manejados con la peor torpeza. Aunque la palabra tenga un tono duro la cuestión es que el excesivo uso de planos largos, contribuyen a incentivar la modorra en el espectador, junto a un aspecto que perjudica el relato, es decir el tono documental en que transcurre la narración, desde el punto de vista de la retórica visual esto trastorna la estrategia de enunciación del Director, en vez de fortalecer la diégesis la debilita la torna desabrida, el espectador no sabe si está frente a uno de esos programa de reportajes semanales o frente a un filme que intenta explorar la condición de la juventud de los centros marginales de la capital dominicana. En una especie de “fiebre” el Director de fotografía  hace un uso caprichoso e impreciso de un recurso valioso del lenguaje cinematográfico, me refiero a la denominada “profundidad de campo”. Escenas como el encuentro del personaje que encarna Miguel Ángel Martínez en el malecón de Santo Domingo con el joven protagonista del filme,  se constituyen en antológica del uso antojadizo del recurso estético antes mencionado.

Para finalizar mi acercamiento a esta nueva propuesta del cine dominicano les digo metafóricamente que esta película tiene buenos ingredientes para hacer  un suculento plato, pero el Director no los cuece bien entonces el plato resultante queda crudo. O viéndolo de otra manera, se quiso llegar a un buen lugar, en un vehículo con las condiciones para hacerlo, pero  ocurrió lo que los mecánicos en mi infancia,  denominaban rotura de la varilla del guía; el vehículo podía correr pero no se podía controlar su dirección y se desplazaba a la deriva…..eso pasa con esta película  A ORILLAS DEL MAR, desde otra perspectiva podría puntualizar que después de examinar el filme, tengo la sensación de que es mucha espuma y poco chocolate….

Director: Bladimir Abud
Reparto: Sony Kelly, Teo Terrero, Miguel Ángel Martínez, Richard Douglas, Lidia Ariza, Antonio Melenciano, Geovanni Jerez, Marissabela Marte.


PUETO PA’ MI
LA MUSICA URBANA DOMINICANA LLEGA AL CINE



Veamos la sinopsis del filme para hacer algunas consideraciones al respecto:
“Película dominicana inspirada en hechos reales que cuenta la historia de dos jóvenes procedentes de barrios pobres del país que atraviesan una serie de circunstancias difíciles para alcanzar el sueño de triunfar en la música. Es una trama que refleja muchas de las situaciones que vivieron en la realidad tanto Mozart La Para como El Mayor Clásico para estar entre los artistas número uno del género.”

Confieso que cuando vi  Pueto Pa’ Mi sentí una sensación de tranquilidad porque evaluando el desempeño general de los componentes fílmicos, me parece que la película funciona. Cuando hablo de que la película funciona apelo al concepto de que los elementos esenciales del texto fílmico tales como Dirección, composición dramática, fotografía, banda sonora  y puesta en escena tienen un desempeño mejor de lo esperado por nosotros.
Evidentemente  es una especie de “fábula” sobre el crecimiento personal en medio de la adversidad, no cae en maniqueísmos innecesarios, por momentos se torna cursi en algunas escenas pero no llega a “empalagar al espectador”. Es una prueba superada para la incursión de la música urbana en el cine dominicano, logra Pueto Pa’ Mi lo que muchas películas dominicanas desearon hacer y no pudieron: emocionar al espectador, involucrarlo en el relato, hacerlo sentir múltiples sensaciones en todo momento a pesar de que el guion adolece de fallas en la caracterización del personaje que encarna Mozart La Para, la película pasó la prueba.

Dirección: Ivan Herrera 
Guion: Daniel Aurelio
Reparto: Mozart La Para, El Mayor Clásico, Denise Quiñones, Francisco Cruz, Jenny Blanco, Aquiles Correa, Gerald Ogando, Tony Almont, Oscar Carrasquillo, Yamilee Scheker.

ALGÙN LUGAR
LA PELÌCULA “ALGUN LUGAR” NOS CONDUCE A NINGUN LUGAR



Si algo me agrada desde el punto de la construcción del filme es que es un intento de abordar otro género diferente a la comedia, se trata del subgénero denominado Roda movie, o cine de carretera. En este sumario de películas de las cuales debí publicar mis críticas en el momento de la exhibición no pretendo entrar en detalles sobre el origen y características esenciales de este subgénero cinematográfico, me limitaré a decir que el resultado es pobre.

Con una serie de personajes planos, durante la evolución narrativa no aportan intensidad dramática a la diègesis, diálogos anodinos, una fotografía poco inspiradora, una elipsis torpe que  estropea la información administrada al espectador durante el relato y una música que es lo que podemos recordar con agrado de esta cinta, debo puntualizar que el intento de sustraerse a la fiebre de hacer comedias es loable pero el resultado del filme pasa sin pena ni gloria.

Director: Guillermo Zouain
Reparto: Arnold Martínez, Javier Grullón, Víctor Alfonso, Ivonne Beras Goico, Ramón Emilio Candelario, Alexandra Domínguez, Cheddy García, Jean Remy Genty, Manolo Ozuna.


DINERO FÀCIL
SENCILLAMENTE INSOPORTABLE…



Es alentador que los jóvenes cineastas de RD  “se tiren al mar de la creación cinematográfica”   si no saben nadar satisfactoriamente por lo menos beben mucha agua salada, aprenden a evitarlo en futuras incursiones” con esta especie de lenguaje figurado quiero ponderar el hecho de que jóvenes hayan emprendido de hacer  una cinta como esta evidentemente inspirada en la notable  The Italian Job (2003).

El resultado es una chapuza que no merece la pena dedicarle muchas líneas porque todos los elementos fundamentales de construcción de un texto fílmico están pésimos: guion, dirección, composición dramática, fotografía, banda sonora y puesta en escena (pretensiosa y vacua).

Dirección: Daniel Aurelio
Guión: Daniel Aurelio
Reparto: Daniel Aurelio, Margaux Da Silva, Mario Núñez, Yasser Michelèn, Francis Cruz, Erlyn Saúl, Pedro Sierra.

Agosto  2016
LXXX



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