jueves, 1 de enero de 2015

CINEMA ZOOM LXIX (NO HAY MAS REMEDIO, MARÍA MONTEZ )


NO HAY MAS REMEDIO: JOSE ENRIQUE PINTOR (PINKY) VUELVE A LA CARGA


MA GARCIA ROMERO
@magarciaromero

El experimentado realizador José Enrique Pintor (Pinky), después de estrenar hace algunos años la secuela de Sanky Panky, nos ofrece nuevamente una cinta que se inscribe dentro del género de la comedia.  Como siempre demos un chequeo a la sinopsis de esta cinta para después iniciar mis comentarios, leamos pues la  sinopsis:

Ángel, Fonso, y Roberto, tres ancianos con problemas que difícilmente puedan solucionar en el poco tiempo de vida que les queda…toman una decisión equivocada: cometer un atraco a una farmacia para conseguir el dinero necesario para realizar cada uno su sueño personal. La edad, la tecnología, los particulares empleados y clientes de la farmacia…y una sociedad muy particular hacen que esos planes no se lleven a cabo como ellos tenían pensado.”

En principio debo admitir que lo que más me agrada de esta cinta es su reparto; José Pintor se propuso reunir una serie de figuras estelares del teatro dominicano, para aprovechar su experiencia dramática y construir unos personajes que pudiesen ser objeto de atracción por parte de los espectadores.

No hay  Mas Remedio, como lo insinúa la sinopsis, es una película coral, en torno a  tres envejecientes interpretados por tres profesionales del teatro dominicano con el respaldo como actores secundarios de figuras también del teatro, del cine y la TV dominicana. La Dirección de Pinky Pintor, no la pongo en dudas porque sus credenciales vienen desde aquella cinta “La Cárcel de la Victoria” siguiendo con sus éxitos comerciales “Sanky Panky” y su secuela “Sanky Panky 2.

Respecto a la composición dramática del relato tengo que apuntar que  las actuaciones de la trilogía principal, como los personajes segundarios son decentes y revelan ciertos estereotipos de personalidad que por momentos provocan actitudes hilarantes en algunos espectadores.

La dirección de fotografía, es eficiente, junto a la edición es de lo mejor de la cinta. El director Pinky Pintor, recurre a códigos visuales y tecnológicos como la ralentización de las escenas violentas para resaltar su intensidad, lo que me parece que funciona para crear la sensación de caos total e incrementar el estatus dramático de las escenas.   La presencia en la cinta de de uno de los principales intérpretes del dembow en República Dominicana, Mozart La Para hace que dentro de la banda sonora, la música pretenda un acercamiento a los espectadores jóvenes que siguen este género musical.

A mi modo de enjuiciar esta película, me pregunto: ¿Dónde tropieza esta cinta? ¿En qué punto el texto fílmico comienza a flaquear? Asumo que su talón de Aquiles está es en la construcción del guion. El guionista-director, José Pintor quiso elaborar una historia entretenida pero que simultáneamente denunciara el estado de decrepitud, vejación familiar y maltrato a que son sometidas las personas de la tercera edad. Con el interés de cumplir ese cometido somete a los personajes de la diégesis a una serie de monólogos, inoportunos que en vez de concienciar al espectador sobre la situación de los ancianos, reducen la progresión dramática convirtiendo la película en una especie de fabula familiar, un tanto teatral.

Definitivamente la cinta, como diríamos en buen dominicano; “se deja ver.” en la última parte del relato un amasijo de clichés dramáticos clausuran la historia: la reconciliación familiar, la pasión no resuelta del sacerdote y la prostituta, el descubrimiento del “cerebro” de la operación delincuencial en que se centra la historia.


Director: José Enrique Pintor (Pinky)
Guion: José Enrique Pintor (Pinky)
Reparto: Ángel Haché, Iván García, Salvador Pérez. María  Cristina Camilo, Ángel Mejía, Mozart  La Para, Elvira Taveras, Hensy Pichardo, Jhonnie Mercedes.



MARÍA MONTEZ
MUCHA ESPUMA Y POCO CHOCOLATE
Después de un prolongado rodaje, salpicado de algunos tropiezos financieros-según mis fuentes confiables- se estrena esta película sobre la figura dominicana de mayor trascendencia hasta el momento en el mundo del cine. Es plausible que algunos productores hayan puesto la mira en recrear en pantalla grande la vida de esta mujer de singular belleza caribeña e incuestionable ejemplo de tenacidad en la búsqueda de insertarse en la Meca del cine-Hollywood- propósito que logró llegando a protagonizar una serie de películas de aventuras en la década 1940-1950 que la catapultaron a la fama mundial y por las cuales fue denominada como “La Reina del Technicolor”.

 De este intento fallido por hacer un biopic de la vida de esta singular mujer dominicana hay aspectos de los componentes fílmicos que fueron bien empleados y que deben ser destacados para hacer justicia, me refiero a la dirección de fotografía, el tema visual como elemento significante del texto fílmico tiene un trabajo decente, la iluminación de las escenas en sus cuatro puntos fundamentales: calidad, dirección fuente y color nos deja satisfechos. A pesar de las limitaciones de presupuesto también hay que  señalar cierta preocupación por la puesta en escena, debido a que estamos tratando con una vida que se desarrolló en la primera mitad del siglo pasado, se advierte una preocupación por lograr una dirección artística lo más acertada posible, en los objetos de la época, en el vestuario y hasta en el peinado de los personajes.

Todos los aspectos anteriormente señalados son puntos a favor de esta nueva propuesta del cine dominicano, sin embargo cuando uno examina otros aspectos de esta película como el guion y la composición dramática, la película naufraga estrepitosamente, un pésimo guion diseñado no para contar todas las peripecias que atravesó María Montez para ascender en el mundo del cine, sino para poner a Celinés Toribio a lucirse frente a las cámaras, cosa que no logra porque carece del magnetismo, del carisma para interpretar a la Montez.

La primera parte de la vida de María Montez, es interpretada por una Paula Ferry que nos deleita con su talento y hace que el espectador se interese por saber qué va a pasar con esta niña llena de ilusiones y que desafió los convencionalismos de la época, para expresar su interés por el arte escénico. Aunque no quiero dejar de señalar que la primera parte tiene algunas escenas que debieron ser víctimas del editor porque le dan un tono de telenovela y/o videoclip  cursi al filme.

El guion se concentra en mostrarnos los amores y desamores de María Montez, más que en explicar con hechos los detalles de su ascenso, aparecen salpicados datos sobre esta travesía hacia el éxito de la mano de su manejador que en la película interpreta Cuquín Victoria, pero el relato es presa de la apretada síntesis cinematográfica, esta elipsis ejercida sobre la vida de esta mujer deja al espectador al salir de la sala  sin saber cómo llegó a ocupar el sitial que tiene en el cine de aventuras en technicolor.

Para concluir, esta cinta es soporífera, induce al sueño a cualquiera que vaya con la ilusión de conocer la vida de esta ilustre dominicana, no cautiva al espectador, lo pone a jugar con los celulares desesperados porque la película termine. Al margen de los meritos personales que no pongo en duda, este papel le queda  grande a Celinés Toribio, su inexperiencia en papeles de esta envergadura queda al descubierto, como no valoro intenciones en el cine sino resultados, para mí el resultado de esta cinta es fallido. Perdonen si por momentos parezco ríspido, pero así percibo a María Montez la película, mi propósito no es la complacencia sino plasmar en mis comentarios lo que pienso respecto al texto fílmico.

Director: Vicente Peñarrocha
Reparto: Adrian Mas, Ben Temple, Cuquín Victoria, Dominic Fuentes, Celinés Toribio, Ginés García Millán, Isabella Wall, Juan Fernández, Lionel Auguste, Lizbeth Santos, Maridalia Hernández, Mariela Encarnación-




Diciembre 2014
LXIX

No hay comentarios:

Publicar un comentario