EL TENIENTE AMADO, PARECE UN
INTENTO DE SUBIR EL NIVEL DEL CINE
DOMINICANO, ESE PROPÓSITO ES VÁLIDO A
PESAR DE ALGUNOS YERROS INFANTILES.
MA GARCIA ROMERO
@magarciaromero
Es un hecho incontrovertible que El Teniente Amado ha
concitado la atención de los espectadores dominicanos. El tratamiento
cinematográfico de una parte esencial de la historia dominicana contemporánea provoca-como debe ser- la curiosidad de los ciudadanos.
Las dos ocasiones que me correspondió asistir a las salas de cine a examinar
este filme la presencia de público después de las cinco de la tarde era
sencillamente apabullante. Veamos pues la sinopsis de esta nueva propuesta de
la cinematografía dominicana: El largometraje recrea la vida del teniente
Amado García Guerrero, uno de los ajusticiadores del dictador Rafael Leónidas
Trujillo Molina. Fue el único militar activo participante en la conjura y fue
quien ofreció al grupo de complotados información sobre la salida del sátrapa a
San Cristóbal, con seguridad reducida a un chofer. También participó en el
ajusticiamiento y posteriormente fue asesinado por los agentes de la ya
decapitada dictadura.
La primera hora de la película nos presenta un
Teniente García Guerrero en franco ascenso como joven militar perteneciente al
círculo militar cercano al Dictador; competidor, romántico, caballeroso son
algunas de las características que el perfil del guionista ha puesto en la
personalidad de este hombre imbuido de un espíritu de crecimiento y hombría de
bien que contrasta con el entorno en el que se desenvuelve dentro del tinglado
militar trujillista.
El director Félix Limardo se cuida de no convertir el
filme en un melodrama y controla las escenas
románticas de manera tal que el personaje de García Guerrero se vea como
un hombre apasionado, que cumple su palabra cuando la compromete pero sin caer
en delirios lúdicos.
Utiliza con precisión el primer plano y los planos de
conjunto pero un descuido en la edición de los planos generales hace que se vislumbre
la modernidad actual con la aparición aunque por breve espacio de algunas de
las antenas celulares de la ciudad de Santo Domingo, así como el edificio para
los Ayudantes Militares construidos en la administración del Dr. Leonel Fernández
todo este desliz en planos de breve duración probablemente cualquier extranjero
no lo advierta pero nosotros los dominicanos que habitamos en la capital lo
advertimos de forma casi inmediata. Era cuestión de acentuar la edición y no
soslayar esos detalles.
Tenemos que confesar que sentimos en la evolución
narrativa un buen ritmo cinematográfico, en este punto la dirección de Limardo
se hace sentir, los espectadores se mantienen en vilo ante cada una de las
intrigas que se desarrollan durante la construcción del relato, el incremento tensional
a partir de la segunda hora del filme no cesa y eso los mantiene
cautivos.
Respecto al guión, todos sabemos que se basa en hechos
reales, si partimos de ese punto no entiendo por qué se cambió el nombre de
gente que estuvo involucrada en la conjura y cuyo papel en la segunda parte del
plan, la fase política, en la época
actual todavía genera posiciones encontradas. ¿Todavía en República Dominicana cambiamos
el nombre de personajes de la historia contemporánea nuestra para no herir la
susceptibilidad de sus familiares?
Otro aspecto en que entiendo se le vió el “refajo anti
balaguerista” a Huchi Lora, guionista de la cinta, es cuando en una escena
coloca al Dr. Joaquín Balaguer en posición humillante frente al Dictador. Las
referencias que existen no ofrecen el menor indicio de que Trujillo haya vejado
al Dr. Balaguer, de manera tal que el guionista utiliza su “licencia como
escritor del guión” para introducir un supuesto exabrupto del tirano en contra
del presidente títere de la época. Pura invención de un anti balaguerista
militante.
Si los productores de la cinta han sazonado tanto que
los espectadores van a conocer una parte importante de la historia dominicana,
no entiendo la necesidad de modificar aspectos de la época de Trujillo que son
esenciales para entender su megalomanía. En este punto me refiero al uso de la
música como mecanismo de propaganda y sumisión de la ciudadanía. Me encuentro
cuando examino los créditos que para la secuencia de la fiesta Huchi Lora
compuso un par de merengues a Trujillo. Me parece más autentico utilizar los
merengues que fueron compuestos en la Era de Trujillo. Porque de esa manera
incrementamos la verosimilitud del relato.
La Puesta en escena del ajusticiamiento de Trujillo, es sin lugar a
dudas el punto neurálgico del filme. Me parece floja la puesta en escena, salvo
un truco de montaje en el cual el cristal trasero del vehículo del tirano salta
por los aires (como si fuera un cristal hogareño, cosa inverosímil para el
cristal de un automóvil), la composición dramática del intenso tiroteo entre
los ajusticiadores, trujillo y su chofer, no se deja sentir, a este momento
álgido de la narración le falta peso dramático. Por más tiros
que intercambian los dos bandos los autos no presentan un solo impacto.
Esta situación es un fiasco en términos de la verosimilitud de los
acontecimientos debido a que la
evidencia histórica del hecho apunta a que el automóvil en que viajaba el Dictador quedó con alrededor
de sesenta impactos de bala.
Me parece que en este resurgir del cine dominicano El
Teniente Amado es la segunda película dominicana basada en sucesos históricos.
La primera es la fatídica “Lilís”
estrenada en el 2006. Es indiscutible que la diferencia entre aquel filme y el
que nos ocupa en estos comentarios es la distancia del Sol al planeta
enano Plutón a favor del Teniente Amado.
Dirección: Félix Limardo
Fotografía: Peter Mckey (Británico)
Guion: Huchi Lora
Reparto: Amaury Nolasco, actor puertorriqueño de
origen dominicano (Tte. Amado García G.), Benjamín García (Antonio de la Maza),
Liche Ariza (Salvador Estrella Sadhalá), Mario Lebrón (Antonio Imbert Barrera),
Omar Ramírez (Juan Tomás Díaz), Geovanni Cruz (Modesto Díaz), Micky Montilla
(Roberto Pastoriza), Orestes Amador (Pedro Livio Cedeño), y Wilson Ureña
(Huáscar Tejeda), Augusto Feria, Johnny Mercedes, Karina Noble, Yamilé
Schecker, Vanessa Cucurullo, Cuquín Victoria, Ivonne Beras Goico, Isabel
Polanco, César Olmos, Miguel Bucarelly y Omar Ramírez y Miguel Ángel Martínez.
Entre los/as figuras importadas están el
puertorriqueño Efraín Figueroa, la cubano-estadounidense Mercedes Renard, el
californiano Enrique Castillo, el mexicano Antonio Jaramillo y los norteamericanos
Brett Stimely, Ben Cornish.
HASTA LUEGO.-
Agosto 2013
XVLI
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