sábado, 17 de agosto de 2013

CINEMA ZOOM XLVIII (¿QUIÉN MANDA?)


¿QUIÉN MANDA?: CONFIRMA UNA VEZ MAS COMO FUNCIONA EN CINE UNA CONDICIÓN MARAVILLOSA QUE SE HA DADO EN LLAMAR “LA QUÍMICA” ENTRE LOS  ACTORES Y LOS PERSONAJES.



MA GARCÍA ROMERO
@magarciaromero

Empiezo este acercamiento a esta película dominicana, haciendo una afirmación que aunque parezca temeraria es el fruto de mis meditaciones en medio te tantos apagones y del gratificante calor (a mí me encanta, perdonen los demás) que trae agosto. Esta mencionada afirmación es la siguiente: donde otras películas dominicanas han fallado, fracasado, cometido yerros para ser un poco sofisticado o en lenguaje llano de nuestro país; metido la pata, la película que nos ocupa ¿QUIÉN MANDA? sale airosa, destila modernidad, una frescura y un empleo ortodoxo  de los códigos visuales y tecnológicos del cine.

En tal sentido los últimos acontecimientos en  el cine dominicano, demuestran que algunos muchachos, y digo muchachos por su juventud -jamás de manera peyorativa- que han encontrado apoyo para materializar proyectos como este tienen el talento suficiente para la construcción de un texto fílmico de calidad, que demuestre que el cine  debe crecer tanto en su construcción como en el manejo del marketing. Muchas veces ha ocurrido que el marketing es superior a la calidad de la oferta fílmica, pero este no es el caso que nos ocupa.

Veamos pues la sinopsis de ¿QUIÉN MANDA?, para que entremos a comentar algunos aspectos que me parecieron interesantes: “Alex es un tipo relajado, sofisticado y un gran conquistador, que se conoce todos los trucos para conseguirse a cualquier mujer. Sus relaciones son siempre cortas y superficiales, pues le encanta disfrutar de su libertad y los beneficios que esta conlleva. Es el típico “experto” en relaciones, que aconseja a sus amigos sobre que decir o como actuar para conquistar a una mujer. Su vida es perfecta hasta que conoce a Natalie, una mujer sensual, atrevida y divertida, que lleva el mismo estilo de vida. A Natalie le gusta tener el control en la relación, y es por esto que ambos se verán en una encrucijada donde se enfrentan entre ellos y sus sentimientos, para demostrar al final quién manda.”

Esta película ensaya con éxito e indiscutible gracia uno de los modelos narrativos que ha hecho naufragar muchas películas, incluyendo muchas dominicanas que intentaron de manera torpe y fallida la utilización de este mecanismo narratológico. Me refiero a la llamada interpelación del espectador, que consiste en conferirle a uno de los personajes el estatuto de narrador o sujeto empírico de la enunciación como también puede llamársele.

Esto significa que el personaje de Alex asume el control de la narración e instaura mirando hacia la cámara una comunicación con el espectador a quien privilegia suministrándole información sobre la evolución del relato que solo él y los espectadores conocerán en muchos casos, en otros el comparte información con el espectador que también los otros personajes manejan.

La estrategia discursiva que acabo de plantear ocurre con soltura y eficacia en ¿Quién Manda?, esto debido a una combinación de factores pero fundamentalmente a un guion con diálogos amenos, directos, puestos en boca del personaje de Alex que interpreta de manera fenomenal Frank Perozo y a la eficaz dirección de RONNI CASTILLO quien con mano firme evita en todo momento que el filme naufrague en los “mares de la telenovela” sino que se mantenga como una comedia romántica que cautiva los espectadores.

El éxito de esta película empieza por su guion. Personajes urbanos con diálogos alejados del lenguaje vulgar y el chiste forzado. Este guion está concebido para que las situaciones sean las que provoquen risa evitando en todo momento lo que ha sido un cáncer en la comedia cinematográfica dominicana la verbalización del humor o el humor televisión, como queramos  llamarlo.

Tengo que referirme a Nashla Bogaert, ella encarna a Natalie la típica “tiguerona urbana de clase media alta” que posee para tratar al sexo opuesto similares artilugios amorosos que Alex, al encontrarse con  él toma cuerpo el refrán de que “filo con filo no se cortan:” Luce segura, destila una sensualidad juvenil que da brillo al personaje y manipula las emociones de las espectadoras;  porque las mujeres cuando Natalie pone a sufrir a Alex  gozan y cuando Natalie sufre comparten su pena.
Entonces en este punto viene la dichosa expresión de que “hay química”, en la composición dramática, es decir eso significa que las actuaciones fluyen de manera sorprendentemente natural, por encima de los ensayos previos al rodaje, de las indicaciones del director, de los diálogos del guión, los actores proyectan una empatía con sus personajes a niveles insospechados, a eso le llamamos “química” y eso es lo que acontece de manera evidente entre estos jóvenes interpretes dominicanos que han dado vida a estos personajes en un esfuerzo profesional meritorio. Tengo que valorar también el trabajo de los personajes secundarios que giran en torno tanto de Alex como Natalie, estos con su buena actuación; sobre todo la carga de naturalidad que tienen, potencian la actuación de los dos principales personajes.

Si por un aspecto ¿Quién Manda? se alza con meritos por encima de muchas comedias dominicanas que la anteceden es por el manejo sumamente eficaz del montaje cinematográfico-la  edición- en combinación con la dirección de fotográfica de Peyi Guzmán. Este señor que viene de fotografiar y dirigir la adaptación del cuento Los Amos, del Profesor Juan Bosch, de conducir la fotografía del Rey de Najayo, Feo de Día/Lindo de Noche y de dirigir la segunda unidad en la película de Andy García The Lost City, en esta ocasión vuelve a lucirse fotografiando de forma maravillosa la ciudad de Santo Domingo, sin que parezca un anuncio turístico, sino el nido donde Alex y Natalie desarrollan su historia de amor.

Peyi,  hace con su manejo mesurado y preciso del plano cinematográfico que se nos olviden al mirar esas imágenes, el caos del transporte, los delincuentes citadinos, los problemas medioambientales de la Ciudad Primada de América, nos conduce a percibirla una ciudad romántica, moderna y cosmopolita. Este señor se crece a la hora de fotografiar los personajes principales, procura que  estos se  destaquen realizando oportunos planos americanos en los espacios abiertos como las calles de la zona colonial y reduciendo la profundidad de campo para dar la sensación de que sus siluetas controlan todo el encuadre y así conmover a los espectadores.

Es un hecho que la combinación de la fotografía  de Peyi Guzmán y la edición de la película fortalecen la evolución del relato. Cuando se quiere mostrar fatiga y transcurso del tiempo el editor recurre al librito; secuencia rápida de planos cortos presentando al personaje en diferentes acciones. En escenas  de tristeza, soledad y depresión se recurre al  plano medio y el primer plano para acentuar la tensión emocional, evitando cualquier perorata.  Así se avanza en el cine dominicano empleando el lenguaje cinematográfico y superando errores cometidos en el pasado en la construcción discursiva.

Se ha desatado una práctica en el cine dominicano de que la música que acompaña la banda sonora de una película tiene que ser el ritmo de moda. Como dentro de los ritmos de moda está el llamado Dembow , nos han metido el susodicho género musical por ojos, boca y nariz en la mayoría de las producciones cinematográficas en los últimos años. En ¿Quién Manda?  ocurre algo diferente, la música está a cargo del grupo Be Crazy, grupo joven dominicano que hace una música que va en consonancia con el perfil social y económico de los personajes de la historia. Bien empleada la música, en ningún momento compite con las imágenes sino que acentúa la evolución del relato sin sobresaltos. Esta condición es un punto a favor de los encargados de la música en la banda sonora: Yamill León y José Delio Ares García.

Viendo los lugares escogidos para la puesta en escena de la película; esa ciudad idílica que proyecta las imágenes, concluimos que Santo Domingo, sale ganando: sus  lugares discretos, acogedores, sobrios, románticos hacen que se nos olvide durante el desarrollo del relato todo lo que está  pendiente por resolver en nuestra ciudad,

Pero no todo es color de rosa, dice la frase, por tanto en la cinta hay cosas que pudieron hacerse mejor para incrementar la calidad de la misma. Un ejemplo de esto es la secuencia de la primera cena entre los amigos/as. El conflicto aparece de manera abrupta sin dar chance a que los personajes interactúen, si es la primera vez que tienen contacto un encontronazo tan rápido entre dos de los personajes no tiene justificación dramática sin antecedentes previos, es una falla de dirección y construcción del guion en ese punto de la diégesis.

Desde el mismo momento que un director dominicano en la conclusión del rodaje de una de sus comedias entró a campo, es decir se puso delante de las cámaras y comenzó a abrazar los actores para celebrar el final del rodaje mientras pasaban los créditos de la película, desde ese instante “patentizamos una dominicanada” ridícula que tiene raíces culturales en nuestra idiosincrasia de chercha y festejo pero que nos lacera el progreso en el desarrollo cinematográfico internacional porque eso es sencillamente innecesario. Eso pasa en menor medida en la conclusión del relato en ¿Quién Manda?, el director suelta el mando y permite que los personajes tanto principales como secundarios avancen de manera frontal haciendo una coreografía agradable y acorde con los acontecimientos ocurridos en esa escena, pero que después  se convierte en un superfluo espectáculo circense.
Esa nueva “dominicanada” en la conclusión  de una comedia cinematográfica  estropea un poco todo el trabajo anterior, RONNI CASTILLO, el director, debió en el momento de la coreografía colectiva finalizar la película, la cinta a pesar de esa pifia continúa siendo una agradable sorpresa en el firmamento, ejerciendo un trabajo de edición en el punto anteriormente señalado, la postproducción libraba a ¡Quién Manda? del “virus” que ataca la organización discursiva y dramática de las comedias dominicanas en su secuencia final: el corro de los personajes.

Director: Ronni Castillo
Guión: Daniel Pérez y Ronni Castillo
Fotografía: Peyi Guzmán
Reparto: Frank Perozo, Nashla Bogaert, Cuquín Victoria, Amauris Pérez, Claudette Lali, Akari Endo, Sergio Carlo, Milagros Germán, Manuel Chapuseaux.

  
HASTA LUEGO.-
Agosto, 2013
XLVIII

lunes, 12 de agosto de 2013

CINEMA ZOOM XLVII (IMÁGENES DE LA XVII MUESTRA DE CINE DE COTUÍ 2013)

IMÁGENES DE LA XVII MUESTRA DE CINE DE COTUI 2013, AGOSTO 01 Y 02. NO HAY MARCHA ATRÁS, EN BUEN DOMINICANO LOS ESPECTADORES LA DISFRUTARON Y LA APOYARON “HASTA LA TAMBORA.”


MA García Romero junto a los Encargados de Cultura, Relaciones Públicas
 y funcionarios académicos de ITECO el día inaugural de La Muestra de Cine
 
MA García Romero junto a los Encargados de Cultura y Relaciones Públicas
de ITECO el segundo día de la Muestra de Cine.












Los espectadores preguntan y opinan durante el cine forum.














Las mujeres tuvieron una participación muy importante durante el cine forum.












MA García Romero introduciendo el filme "Te doy Mis Ojos".
















MA García Romero introduciendo el filme "La Vida Precoz
y  Breve de Sabina Rivas."




domingo, 11 de agosto de 2013

CINEMA ZOOM XVLI (EL TENIENTE AMADO)





EL TENIENTE AMADO, PARECE UN INTENTO  DE SUBIR EL NIVEL DEL CINE DOMINICANO, ESE PROPÓSITO  ES VÁLIDO A PESAR DE ALGUNOS YERROS INFANTILES.


MA GARCIA ROMERO
@magarciaromero

Es un hecho incontrovertible que El Teniente Amado ha concitado la atención de los espectadores dominicanos. El tratamiento cinematográfico de una parte esencial de la historia dominicana contemporánea  provoca-como debe ser- la curiosidad de los ciudadanos. Las dos ocasiones que me correspondió asistir a las salas de cine a examinar este filme la presencia de público después de las cinco de la tarde era sencillamente apabullante. Veamos pues la sinopsis de esta nueva propuesta de la cinematografía dominicana: El largometraje recrea la vida del teniente Amado García Guerrero, uno de los ajusticiadores del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina. Fue el único militar activo participante en la conjura y fue quien ofreció al grupo de complotados información sobre la salida del sátrapa a San Cristóbal, con seguridad reducida a un chofer. También participó en el ajusticiamiento y posteriormente fue asesinado por los agentes de la ya decapitada dictadura.

La primera hora de la película nos presenta un Teniente García Guerrero en franco ascenso como joven militar perteneciente al círculo militar cercano al Dictador; competidor, romántico, caballeroso son algunas de las características que el perfil del guionista ha puesto en la personalidad de este hombre imbuido de un espíritu de crecimiento y hombría de bien que contrasta con el entorno en el que se desenvuelve dentro del tinglado militar  trujillista.
El director Félix Limardo se cuida de no convertir el filme en un melodrama y controla las escenas  románticas de manera tal que el personaje de García Guerrero se vea como un hombre apasionado, que cumple su palabra cuando la compromete pero sin caer en delirios lúdicos.  

Utiliza con precisión el primer plano y los planos de conjunto pero un descuido en la edición de los planos generales hace que se vislumbre la modernidad actual con la aparición aunque por breve espacio de algunas de las antenas celulares de la ciudad de Santo Domingo, así como el edificio para los Ayudantes Militares construidos en la administración del Dr. Leonel Fernández todo este desliz en planos de breve duración probablemente cualquier extranjero no lo advierta pero nosotros los dominicanos que habitamos en la capital lo advertimos de forma casi inmediata. Era cuestión de acentuar la edición y no soslayar esos detalles.

Tenemos que confesar que sentimos en la evolución narrativa un buen ritmo cinematográfico, en este punto la dirección de Limardo se hace sentir, los espectadores se mantienen en vilo ante cada una de las intrigas que se desarrollan durante la construcción del relato, el incremento tensional a partir de la segunda hora del filme no cesa y eso  los mantiene  cautivos.

Respecto al guión, todos sabemos que se basa en hechos reales, si partimos de ese punto no entiendo por qué se cambió el nombre de gente que estuvo involucrada en la conjura y cuyo papel en la segunda parte del plan, la fase política,  en la época actual todavía genera posiciones encontradas. ¿Todavía en República Dominicana cambiamos el nombre de personajes de la historia contemporánea nuestra para no herir la susceptibilidad de  sus familiares?

Otro aspecto en que entiendo se le vió el “refajo anti balaguerista” a Huchi Lora, guionista de la cinta, es cuando en una escena coloca al Dr. Joaquín Balaguer en posición humillante frente al Dictador. Las referencias que existen no ofrecen el menor indicio de que Trujillo haya vejado al Dr. Balaguer, de manera tal que el guionista utiliza su “licencia como escritor del guión” para introducir un supuesto exabrupto del tirano en contra del presidente títere de la época. Pura invención de un anti balaguerista militante.

Si los productores de la cinta han sazonado tanto que los espectadores van a conocer una parte importante de la historia dominicana, no entiendo la necesidad de modificar aspectos de la época de Trujillo que son esenciales para entender su megalomanía. En este punto me refiero al uso de la música como mecanismo de propaganda y sumisión de la ciudadanía. Me encuentro cuando examino los créditos que para la secuencia de la fiesta Huchi Lora compuso un par de merengues a Trujillo. Me parece más autentico utilizar los merengues que fueron compuestos en la Era de Trujillo. Porque de esa manera incrementamos la verosimilitud del relato.


La Puesta en escena del  ajusticiamiento de Trujillo, es sin lugar a dudas el punto neurálgico del filme. Me parece floja la puesta en escena, salvo un truco de montaje en el cual el cristal trasero del vehículo del tirano salta por los aires (como si fuera un cristal hogareño, cosa inverosímil para el cristal de un automóvil), la composición dramática del intenso tiroteo entre los ajusticiadores, trujillo y su chofer, no se deja sentir, a este momento álgido de la narración le falta peso dramático.  Por más tiros  que intercambian los dos bandos los autos no presentan un solo impacto. Esta situación es un fiasco en términos de la verosimilitud de los acontecimientos  debido a que la evidencia histórica del hecho apunta a que el automóvil  en que viajaba el Dictador quedó con alrededor de sesenta impactos de bala.

Me parece que en este resurgir del cine dominicano El Teniente Amado es la segunda película dominicana basada en sucesos históricos. La primera  es la fatídica “Lilís” estrenada en el 2006. Es indiscutible que la diferencia entre aquel filme y el que nos ocupa en estos comentarios es la distancia del Sol al planeta enano  Plutón a favor del Teniente Amado.

Dirección: Félix Limardo

Fotografía: Peter Mckey (Británico)

Guion: Huchi Lora

Reparto: Amaury Nolasco, actor puertorriqueño de origen dominicano (Tte. Amado García G.), Benjamín García (Antonio de la Maza), Liche Ariza (Salvador Estrella Sadhalá), Mario Lebrón (Antonio Imbert Barrera), Omar Ramírez (Juan Tomás Díaz), Geovanni Cruz (Modesto Díaz), Micky Montilla (Roberto Pastoriza), Orestes Amador (Pedro Livio Cedeño), y Wilson Ureña (Huáscar Tejeda), Augusto Feria, Johnny Mercedes, Karina Noble, Yamilé Schecker, Vanessa Cucurullo, Cuquín Victoria, Ivonne Beras Goico, Isabel Polanco, César Olmos, Miguel Bucarelly y Omar Ramírez y Miguel Ángel Martínez.

Entre los/as figuras importadas están el puertorriqueño Efraín Figueroa, la cubano-estadounidense Mercedes Renard, el californiano Enrique Castillo, el mexicano Antonio Jaramillo y los norteamericanos Brett Stimely, Ben Cornish.



HASTA LUEGO.-
Agosto 2013
XVLI