sábado, 6 de abril de 2013

CINEMA ZOOM XXII (JEAN GENTIL)


“JEAN GENTIL” ¡POR FIN CINE GOURMET…..DOMINICANO, ESTA PELICULA TENEMOS QUE VERLA, TENEMOS QUE DISFRUTARLA Y TENEMOS QUE APOYARLA….!



MA GARCIA ROMERO
magarciaromero@yahoo.com


Como suelo escribir habitualmente, antes de entrar en materia hacemos la transcripción de la sinopsis de Jean Gentil para edificar nuestros amables lectores:
“El profesor haitiano Jean Remy Genty está siempre en movimiento, buscando trabajo. Una figura agraciada destaca entre la multitud; un modelo cristiano, con sus libros bajo su brazo. En sus viajes vemos el escenario cambiante de la ciudad edificios, hombres trabajando, ruido y movimiento. A pesar de que un trabajo  en una obra de construcción es una posible opción para el desempleado haitiano. Jean no siente deseos de hacerlo ya que se siente viejo y débil. El está buscando algo más acorde con el intelectual que considera que es.
Jean comienza a perder la esperanza; siente la necesidad de crecer, de tener un hogar, una esposa. Sus deseos y sus pensamientos se confunden. Malos sentimientos comienzan a crecer dentro de él, distorsionando su percepción de la vida cotidiana. En su desesperación clama a Dios por el lugar que le corresponde. Sintiéndose abrumado en la ciudad, toma una decisión: irse al interior de la isla y tratar de llegar a un acuerdo consigo mismo a través de su fe y de sus creencias y dándose a sí mismo y a Dios una nueva oportunidad.
Jean llega a la costa. Allí trata de construir un hogar primitivo utilizando las ruinas de casas abandonadas. Permanece allí sin un propósito fijo, tratando de crear un sentimiento de pertenencia a algo: un lugar, la comida diaria. Los días pasan y Jean, no estando acostumbrado a las zonas rurales, se encuentra aislado una vez más hasta que se descubre que no está solo en el área.” (Nota de prensa)
Una pareja de esposos dirige esta película: Laura Amelia Guzmán (dominicana) e Israel Cárdenas (mexicano). “Jean Gentil” es la primera coproducción dominico-mexicana.
Es importante que la gente conozca  esta pareja de realizadores  que le ha dado un giro espectacular al devenir del cine dominicano: “Laura Amelia Guzmán (Santo Domingo, República Dominicana, Mayo 1980) asistió a la Escuela Internacional de Cine y Televisión en Cuba, especializándose en cinematografía. Desde 2004 vive en México, donde trabaja con su Esposo Israel Cárdenas (Monterrey, México, Febrero de 1980). Comparten los créditos por guión, fotografía, producción y dirección en su primer y segundo largometrajes Cochochi (2007) y jean Gentil (2010); y dirigen juntos la compañía Aurora Dominicana, que actualmente está produciendo las primeras películas del director chileno Theo Court Ocaso (2010) y del director mexicano Gabriel Nuncio Riverol.
Lamentablemente por cuestiones de horario no pude ver  a Jean Gentil, durante el 4to Festival de Cine Global Dominicano, pero afortunadamente pude asistir a la exhibición para los medios de comunicación y personas ligadas a la incipiente industria del cine en nuestro país. Cuando salí de la sala sentí una sensación extraña, como si ese sabor amargo que muchas veces sentí al ver producciones dominicanas hechas con la finalidad de lograr principalmente el retorno de la inversión, desapareciera. ¿Qué tiene esta película que representa una ruptura con lo que ha sido el sendero transitado por la mayoría de los cineastas dominicanos hasta el momento? El mérito radica en el uso brillante de los  componentes fílmicos. Estos componentes son de tres tipos: Significantes, Signos y Códigos. Comentemos algunos de estos componentes para evidenciar como en esta película se muestra un uso eficaz de los mismos.
El componente significante está constituido por dos elementos: la banda imagen y la banda sonora, estos a su vez se dividen en otros elementos que no detallaremos para no abrumarlos.
Tenemos que apuntar que el manejo de la banda imagen, es decir  lo que se ve en esta película, se hace con una precisión académica, nada de lo que percibe el espectador aparece de forma gratuita, cada toma fue hecha con una rigurosa significación fílmica; cuando al inicio del relato Jean Gentil aparece en un plano general rodeado de una multitud en una de las avenidas principales de Santo Domingo caminando, la lectura de esta secuencia es precisa; se trata de un hombre común, aplastado por el devenir de la gran ciudad. Lo mismo pasa con la escena inicial, ese travelling de acompañamiento que la cámara hace a Gentil caminando por la playa, esa muestra permanente del mar y la playa en el relato es la reiteración de la condición insular, caribeña del personaje. La cámara  por decirlo de alguna manera, se comporta como testigo implicando a los espectadores y por momentos observa el personaje de manera estática a distancia en plano general, dándonos la sensación de estar frente al retrato de la vida de un hombre, lo que es precisamente esta película, en otra secuencia la cámara  sigue procurando que el espectador tenga la sensación de que “persigue o acecha a Jean Gentil”. Este manejo que hemos tratado de describir desde nuestra óptica, esa capacidad de los directores de este filme de dotar de una precisa significación fílmica cada plano en el relato es lo que representa un salto cualitativo trascendente en la historia del cine criollo.
De los tres tipos de sonido que componen la banda sonora de una película: ruidos, música y sonido fónico no pudo ser mejor la elección para contar esta historia que despojar la película de música y dejar que sea el sonido directo, los ruidos quienes aporten sentido al proceso de aislamiento a que se somete el personaje frustrado por las dificultades que la sociedad le impone. Nada mejor que el ruido del mar, los pájaros, el hacha en el campo, la caída de los cocos y de vez en cuando una bachata para situar el espectador en nuestra tierra República Dominicana.
¿Qué puedo decir del sonido fónico, es decir los diálogos como se le conoce comúnmente? discurren  sin artificios, sumamente naturales y lo mejor de todo que proyectan la imagen de espontaneidad en cada uno de los personajes, pero no por estas características dejan de conmover como en la ocasión en que Jean Gentil pide a sus compatriotas  “ayúdenme a matarme”  agobiado por la falta de oportunidades que la sociedad encierra y las dificultades para subsistir.
Para hablar del manejo de los signos en esta película quiero citar uno de mis libros de cabecera, se trata del texto en dos tomos ESTETICA Y PSICOLOGIA DEL CINE del maestro francés Jean Mitry cuando explica cómo se produce la conversión de una imagen en signo cinematográfico:….”Resulta evidente que un film es una cosa muy distinta que un sistema de signos y símbolos. Al menos, no se presenta como solamente esto. Un film es, ante todo, imágenes, e imágenes de algo. Es un sistema de imágenes que tiene por objeto describir, desarrollar, narrar un acontecimiento o una sucesión de acontecimientos cualesquiera. Pero estas imágenes según la narración elegida, se organizan como un sistema de signos y de símbolos; se convierten en símbolos o pueden convertirse en tales por añadidura. No son únicamente signo, como las palabras, sino ante todo objeto, realidad concreta; un objeto que se carga (o al que se carga) con una significación determinada. En esto el cine es lenguaje; se convierte en lenguaje en la medida en que primero es representación, y gracias a esta representación. Es, si se quiere, un lenguaje en segundo grado. No se da como una forma abstracta a la que se le podrían agregar ciertas cualidades estéticas, sino como esta cualidad estética misma, aumentada con las propiedades del lenguaje, en suma, como un todo orgánico en el cual arte y lenguaje se confunden, siendo uno solidario del otro.” (pag. 52 tomo I)
La cita anterior nos ofrece indicios de  por qué esta película  empieza a librar el cine dominicano, como otras interesantes que están por exhibirse, del ambiente de francachela, risas y carcajadas en que el cine dominicano ha dado sus primeros pasos en este renacimiento, cosa que para empezar haciendo pinos se justifica,  pero ya esta bueno de ofrecerle al espectador solamente la oportunidad de reírse bajo el pretexto de procurar la rentabilidad del producto cinematográfico. Por esa razón, esa capacidad evidente de esta pareja de esposos directores de articular una estrategia discursiva que carga de sentido simbólico las imágenes, que las convierte en signo más allá de su propia presencia, es lo que ha hecho que cosechen reconocimiento internacional con este filme que nos enorgullece.


HASTA LUEGO.-
Abril, 2011

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