CINEMA ZOOM XVII (LA VISITA DE LA BANDA)

LA VISITA DE LA BANDA: EXQUISITA CINTA PARA VER EN FEBRERO, UN AUTENTICO CUENTO DE HADAS CONTEMPORANEO SOBRE LA COMPRENSION, DEBE DISFRUTARLA EN COMPAÑÍA DE ALGUIEN, SI ESTA SOLO, POR LO MENOS HAGASE ACOMPAÑAR DE UNA ESCOBA DE GUANO CON PALO INCLUIDO.

POR MA GARCIA ROMERO

JERUSALEN, ISRAEL.- Al menos tres palestinos murieron y otros dos resultaron heridos en ataques aéreos lanzados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sur de la Franja de Gaza, en respuesta al disparo de cohetes Katyusha contra el territorio israelí.

Los bombardeos fueron confirmados esta mañana por las fuerzas israelíes, al precisar que los objetivos de los ataques fueron túneles utilizados para la infiltración de terroristas y armas a Israel, así como una fábrica de armamento.                                                                                 
Los ataques ocurrieron al filo de la medianoche del jueves, horas después de que militantes palestinos lanzaron una andanada de cohetes hacia el sur de Israel, uno de los cuales cayó en las inmediaciones de la ciudad de Ashkelon sin causar víctimas o daños.

Apreciados lectores, no cambien de página, si piensan que se equivocaron, no es así, están leyendo mi columna de cine, pero introduje una de las primeras noticias que se produjeron este año en la zona más caliente de Medio Oriente en la franja de terreno que divide a israelíes y palestinos.

Quiero contarles que ambos pueblos envueltos en sempiterna confrontación político-militar hicieron una “tregua”  por decirlo de alguna manera; artistas y trabajadores de la industria cinematográfica se unieron para crear, si señores, de eso se trata de crear un filme conmovedor que hable de la soledad, la  solidaridad, la hospitalidad y otros valores.

Eso fue lo que pasó exactamente, el debutante joven director israelí, ERAN KOLIRIN, se embarcó en la tarea de reunir a intérpretes israelíes y palestinos para contarnos una historia que permaneció en su mente gestándose casi una década: se trata de contarnos las vicisitudes en territorio de Israel, de una Banda de músicos egipcios de la ciudad de Alejandría, visita que se produce con el objetivo de efectuar una presentación en la inauguración de un centro cultural árabe-israelí.       

Los músicos literalmente se pierden al llegar a la nación judía, toman el autobús equivocado. A partir de ese acontecimiento Kolirin, desarrolla un relato simpático, de ritmo pausado donde la eficiente caracterización  psicológica de  los personajes  le confieren al relato espesor dramático, un espesor dramático que es lo que genera el acertado tratamiento en la película de temas tan sensitivos como la soledad, la autoestima, el mantenimiento de la sobriedad en medio de cualquier desconcierto y también el remordimiento.

Aunque la historia trata sobre las vicisitudes de una banda de músicos egipcios en territorio de Israel, la composición dramática en el relato está sustentada en tres personajes: Dina, Tawfiq y Haled. De este trió, me conmovió Dina, es una mujer alegre con un torrente lúdico que en ese tranquilo asentamiento judío donde vive y tiene su negocio no  se encuentra satisfecha emocionalmente, es una especie de río con dos cauces, una enorme y sugestiva sensualidad y una tristeza que brota cuando escucha cualquier melodía que le recuerde la soledad que la acompaña.

Ronit Elkabetz, interpreta a Dina, lo hace maravillosamente bien, esa integración con el personaje le produjo la cosecha de muchos premios por su actuación,  en Europa y  Medio Oriente.  El espectador se deja poseer por su liviandad, que gusto me da ver una actriz  con tanto carisma que le imprime con su talento un evidente  potencial dramático a la película.

Estamos escribiendo sobre una cinta que cuenta la historia de unos músicos, pero la banda sonora de la película, no tiene música divorciada de la evolución narrativa, es decir la música que se oye en la cinta aparece interpretada por los personajes de la historia, el director quiso que la música surgiera de la acción misma, por tanto las melodías interpretadas durante el desarrollo del relato es la que el espectador escucha.

La estética de este debutante director es simple, cuando digo simple no trato de restarle meritos sino que señalo que no emplea procedimientos complicados de montaje: prácticamente toda la duración del filme sigue a sus personajes mediante cámara estática y efectuando movimientos en su mismo eje, es decir, el uso de la panorámica como forma de encuadrar los personajes, ocurre con cierta frecuencia.  Se evidencia por ser un pueblo desértico una especie de monocromatismo en la arquitectura del lugar que contrasta con el ampuloso uniforme de La Banda de Músicos. El manejo de la temporalidad en la diégesis, es lineal, aunque hay momentos en que los personajes hacen referencia a su pasado, ese hecho se maneja de manera verbal en el presente sin hacer una transición visual al pasado.

Esta película ha ganado más de 40 premios, incluyendo los premios otorgados por la Academia israelí de Cine, no pudo competir como mejor película extranjera en El Oscar hace algunos años porque esta hablada en inglés. Los principales festivales de cine del planeta reconocieron su calidad y la fuerza de su propuesta de sentido; Cannes, Montreal, Chicago, Tokio, Copenhague, Varsovia, Valladolid,  son una muestra de los eventos cinematográficos que reconocieron el valor de esta cinta inolvidable por su sencillez y el perfil de sus personajes. Esta dulce y simpática comedia es idónea para que usted se pase el Día de la  Amistad en compañía de alguien de su agrado frente a la pantalla. Si está sol@, o sencillamente si no cree en esas “pendejadas”, acuda a mi consejo, aquel que sugiero en el titulo de este artículo: hágase acompañar de una escoba de guano con palo incluido.

Titulo en español: La visita de la Banda

Pais: Israel

Título original: Bikur Ha’tizmoret

Director: Eran Kolirin

Guionista: Eran Korilin

Editor: Arik Lahav  Leibovitz

Reparto: Sasson Gabai, Ronit Elkabetz, Uri, Gavriel, Imad jabarin, Ahuva Keren, Rubi Moskovitz, Khalifa Natour, Hilla Sarjon, Eyad Sheety.

HASTA LUEGO.- 

Febrero 2010