jueves, 4 de abril de 2013

CINEMA ZOOM IV (MEGADIVA)

MEGADIVA: OTRO PURGANTE, PERO CON FRASCO BUENO, BONITO Y SE VE “CHULO”


 

 

MA  GARCIA ROMERO  


Estamos de vuelta, es momento de excusarme con mis lectores por la ausencia prolongada de mi columna CINEMA ZOOM. Empezaré expresando que con las películas pasa a veces lo mismo que ocurre con ciertas medicinas; uno siente cierta aprensión hacia estas debido a una serie de informaciones previas obtenidas sobre su uso y efectos secundarios. Aunque la tarea del crítico de cine debe estar revestida de absoluta imparcialidad quienes como yo, tiene que costearse mucho de los eventos cinematográficos a los que asiste, no le gusta la idea de botar los cuartos viendo pendejadas que no reúnan los requisitos mínimos para sentarme en una sala de cine a evaluar un filme.
Pues partiendo de lo expresado anteriormente la idea de meterme a un cine a ver una película producida y escrita por el joven anteriormente llamado Robertico hoy Roberto Ángel, me resultaba un poco enojosa pero bueno pensé que estamos en víspera de Semana Santa y tenemos que hacer algún tipo de penitencia. Además un ingrediente nuevo en este filme es la dirección de Jean Carlos Beras, este joven estudió en Boston una carrera audiovisual y tenía el interés de evaluar su desenvolvimiento en  el campo de la realización de largometrajes.
Llegado la hora y el día lo primero que percibí  al empezar la película fue una curiosa y agradable secuencia  que presentaba los créditos. Ya de por sí la selección de los códigos visuales elegidos para presentar el reparto de la película es un acierto (colores cálidos que reflejan nuestra posición como país insular enclavado en el Caribe) también las características de la secuencia inicial ofrece indicios de que nos encontramos ante una comedia de “enredos” o de situaciones como suele llamarse también. La estrategia para desarrollar el relato es interesante: tres amigos reunidos en un colmadón escuchan con singular interés la historia que les cuenta el muchacho que atiende el colmado. A partir de esa situación transcurre toda la progresión narrativa del filme, por lo tanto este será un largo flash back que se interrumpe para retornar al presente de la diégesis (entiéndase el universo de ficción creado) que no es mas que la tertulia en el colmadón donde la figura del narrador la representa el dependiente del colmado y la figura del narratario (entiéndase el receptor de la historia) viene a ubicarse en los espectadores del filme y los amigos que escuchan atentamente  al dependiente.
En el manejo que Jean Carlos Beras realiza de los componentes fílmicos deja claramente establecido que no fue a Boston a cherchar, sino que hizo su tarea y lo demuestra cuando utiliza de forma eficaz y convincente la banda imagen de la película y la banda sonora, estos componentes fílmicos junto a los códigos sintácticos o de montaje que se emplean fortalecen  la propuesta de sentido de la película, este término de propuesta de sentido se refiere al “mensaje” que dicen los espectadores que trae la película. Pero bueno, para ser específico, señalo que, hay un  uso correcto de las disolvencias, el fundido encadenado y la profundidad de campo con el propósito de  mantener la fluidez narrativa en cada uno de los enredos de la historia;  por esos aspectos vale la pena ir a verla. Es mucho para ser la opera prima de cualquier joven, por tanto en secuencias claves del filme como la batalla verbal entre la megadiva y su madre no se saca el mejor partido al campo-contracampo y al uso del primerísimo plano para resaltar el estatus psicológico de los personajes en la escena. Además  ¡Vuelve carajo! El maldito monólogo de los personajes dentro de la diégesis (la historia de ficción que se cuenta), esta maldición viene de las comedias de TV y solo Pinki Pintor no ha permitido que una necedad como esa estropee una de sus películas.  Hasta cuándo será esta pela de ver un personaje hablando solo en la escena? Por momentos me dan ganas de hacer lo que se solía realizar en el Cine Mella de Cotuí cuando “cortaban” la película: se lo dejo de tarea a los jóvenes para que lo investiguen con las personas que ya cumplieron su cuadragésimo aniversario de vida y vivieron esa experiencia.
El talón de Aquiles de los filmes dominicanos en los últimos tiempos es lograr un adecuado desenlace del guión cinematográfico, los ejemplos sobran: Yuniol, La maldición del padre Cardona y Cristiano de La Secreta sin embargo en Megadiva el desenlace del guion es verosímil y ajustado, merito que debemos resaltar porque definitivamente la metida de pata que he visto en los últimos tiempos me conduce a celebrar  semejante acierto en el filme que les comento.
Finalmente ese “enema” de que Roberto Ángel es codirector de la película no me lo voy a colocar en mi mente, aunque reconozco que tiene la habilidad para elegir argumentos que interesan a los espectadores. Pienso que se abre un nuevo espacio en la dirección de largometrajes para el joven Jean Carlo Beras, es evidente que demostró que no fue “haciendo chivos”  que alcanzó  a graduarse en Boston.

HASTA LUEGO
MARZO, 2009

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